La Dirección General de la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Fomento, ha sacado a concurso la gestión del servicio de la línea marítima de interés público que une la península Ibérica desde Cádiz con Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. Esta línea está siendo gestionada en la actualidad por Trasmediterránea, compañía que en el año 2014 se hizo con el último concurso público convocado por el Gobierno del Estado por un periodo de dos años. La vigencia de este contrato se cumplió en la primavera de 2016 y no es posible realizar nuevas prórrogas.
La licitación, que se tramita de modo urgente y por procedimiento abierto, tiene un presupuesto base de 4.518.728 euros para los dos años que durará el contrato, entre el 1 de abril de 2018 y el 31 de marzo de 2020, aunque existe la posibilidad de realizar aplazamientos por otros dos años más. El plazo de presentación de ofertas concluirá el próximo 11 de enero.
El pliego de prescripciones técnicas presenta algunas diferencias con respecto al anterior concurso, aunque en líneas generales mantiene el grueso del texto de 2014 y las mismas condiciones establecidas en aquella convocatoria.
Al igual que en 2014, se establece una frecuencia mínima de una rotación semanal y solo es obligatorio el itinerario entre Cádiz, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife y regreso a Cádiz, sin incluir paradas en otras islas. La ausencia de este punto en el anterior concurso provocó quejas por parte de distintas entidades empresariales y políticas de estas islas, que reclamaron mejorar las conexiones con la península.
Esta situación llevó al entonces consejero de Transportes del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, a asegurar que el Ministerio de Fomento se había comprometido a que en el futuro esa condición se estableciera en el decreto que regula la Obligación de Servicio Público (OSP). Cuatro años después no ha habido modificaciones en ese texto legal, aunque el pliego de cláusulas administrativas trata de solventar esta ausencia indicando que las escalas en Lanzarote, Fuerteventura y La Palma serán valoradas en concurso actual como mejora con hasta 38 puntos sobre el total de 100.
El buque que se haga cargo del servicio con el nuevo contrato deberá ser, al igual que en 2014, un transbordador de pasaje y carga rodada (es decir, un ferry o un barco ro-pax) que tenga 400 plazas, todas ellas en camarotes, y espacio para 170 vehículos. Los documentos de la licitación no especifican, sin embargo, obligaciones con respecto a la distribución de las camas en los camarotes, ni exige que los coches sean transportados en garaje. El barco que cubre esta ruta en la actualidad, el Albayzin de Trasmediterránea, tiene 100 camarotes de cuádruples y ubica los automóviles de los pasajeros en una de las cubiertas.
El nuevo pliego de prescripciones reduce la edad máxima del barco en cinco años con respecto al anterior concurso. No podrá tener más de 20 y aquellas ofertas que contengan buques de entre 15 y 20 años deberán acreditar que estos ya se encuentren en la actualidad prestando servicios de línea análogos. El Albayzin, construido en 2004, tendrá 14 años en 2018.
También se modifican las condiciones básicas de accesibilidad para las personas con diversidad funcional. El pliego de 2014 indicaba que "los camarotes de los buques deberán adaptados" para su utilización por este colectivo, pero el del concurso actual lo limita a "un camarote con su aseo correspondiente por cada 100 camarotes, o fracción total de los mismos, para su uso por personas en silla de ruedas" y al menos otros tres para "personas con discapacidad distintas de los usuarios de sillas de ruedas". En lo que sí mejora el pliego es en el número mínimo de baños: si en 2014 se requería que el 50% de los camarotes dispusieran de uno, en esta ocasión es el 100%.
