"Trabajaremos duro para ser reconocidos como uno de los mejores acuarios del mundo". Fue el compromiso que adquirió ayer el patriarca de la familia Kiessling, Wolfgang Kiessling, propietario de la instalación, ante los más de cien invitados que se dieron cita en la inauguración de Poema de Mar. La apertura del complejo de ocio, en la que se recrean 35 ecosistemas marinos y fluviales de todo el mundo, coincidió con los 45 años de Loro Parque, también de la familia Kiessling.

La gran pecera, sin embargo, no tiene aún fecha definida para abrirse al público, aunque el complejo, que ha costado 25 millones de euros, está terminado y con las cerca de 350 especies de peces, anfibios y reptiles en sus correspondientes tanques de agua. Entre ellos, la anguila eléctrica, el pez luna africano, el bichir del congo, la sepia común, el pez erizo pecoso, el cocodrilo de Siam, la tortuga boba, el pez de ojos de luz, la medusa común, el angelote o tiburón martillo, el caballito de mar y el pez tigre goliat.

A la inauguración del complejo, de 12.500 metros cuadrados, acudió el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; el presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales; la presidenta del Parlamento de Canarias, Carolina Darias; el alcalde de la ciudad, Augusto Hidalgo; el presidente del Puerto, Luis Ibarra; y la presidenta de la Zona Especial Canarias, Beatriz Barrera; entre otras autoridades civiles y militares, así como representantes de la sociedad canaria.

El acto oficial, que se celebró al aire libre a la entrada del Acuario, contó también con un grupo de curiosos y activistas - Voces Animalistas-, que se manifestó en contra del recinto y a favor de los animales en libertad. Entre los manifestantes, la concejala de Limpieza del Ayuntamiento, Pilar Álvarez.

La inauguración comenzó con la música de Los Gofiones, que interpretaron Gran Canaria. Después, llegó el turno de los discursos. El primero en hablar fue Wolfgang Kiessling, que hizo un recorrido por los proyectos de la familia en Canarias desde que llegó en 1962 a Gran Canaria con su padre. Después su hijo, Christoph. Ambos agradecieron a los gobiernos del Cabildo grancanario y del Ayuntamiento de la ciudad -el de ahora y de antes- el interés y las facilidades que les brindaron para instalarse en el Puerto. También a la Autoridad Portuaria. Y, por supuesto, al equipo de trabajo que ha logrado poner en marcha las instalaciones, en las que hay 7,5 millones de litros de agua.

El alcalde de la ciudad, Augusto Hidalgo, dijo que era "un día histórico" para Las Palmas de Gran Canaria; y el presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales, que la Isla pega "un salto de calidad" en cuanto a Turismo se refiere con el Acuario, que se convertirá en un icono más de Gran Canaria.

Tras casi una hora de discursos, llegó el momento de cortar la cinta y de descubrir una placa para conmemorar la inauguración. El obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez, fue el encargado de bendecir el complejo ante la ausencia por asuntos personales de su homólogo en Canarias.

La puerta giratoria del Acuario comenzó a rodar para las autoridades y para los gráficos de prensa y el resto de los invitados. Tanto era la expectación por entrar que se atascó y hubo que solicitar a los presentes que esperaran por turnos para comenzar la visita. Y llegó el espectáculo.

La recreación de un cenote fue lo primero que vieron los invitados, que tuvieron que pisar un tanque de agua con peces para acceder a la escalera mecánica que les llevó a la Jungla, uno de los espacios más grandes del recinto, que en realidad es un recorrido marino por el Trópico de los cincos continentes. Y donde el público pudo comprobar parte de la dimensión de esta instalación, que tendrá también un carácter científico ya que se ha firmado un convenio con la Universidad.

A través de la vegetación y el rumor del agua -hay una cascada- autoridades y visitantes se adentraron en el mundo marino que hay en estos lares a través de peceras de gran tamaño y piscinas, donde se ha reproducido la vida de cada especie. Un panel digital al lado de cada tanque da cuenta al espectador de qué pez se va a encontrar, así como un mapa dónde habita y algunos datos sobre sus características, alimentación y costumbres. También sobre si se trata de una especie en peligro de extinción.

Tras pasar por la Jungla, los invitados entraron en el Arrecife donde los peces de colores comenzaron a hacer las delicias de los visitantes por su colorida estampa. Para los más pequeños, se ha ideado un tubo para pasar entre los cristales y vivir la experiencia de sentirse como 'pez en el agua' entre Nemos.

En este laberinto de agua cálida, destaca, sin duda alguna, el gran cilindro, que contiene más de 400.000 litros de agua y numerosas especies tropicales, así como tiburones. El tanque puede contemplarse a través de la rampa en forma de caracol que lo circunda.

Entre la oscuridad de las salas, los asistentes a la inauguración se adentraron en el mundo marino, desde el que habita más cercano a la superficie hasta el que vive en las profundidades, casi en la oscuridad. La sala de las medusas fue también otra de las que más llamó la atención de los visitantes por la transparencia de algunas de las especies, todas de pequeño tamaño.

Uno de los grandes momentos que vivieron los invitados fue la llegada a la sala donde se encuentra el cristal curvo más grande del mundo. Un metacrilato de 140 toneladas de peso, 36 metros de largo y siete metros de alto que, como una gran pantalla de cine, delata lo pequeños que somos ante la inmensidad del océano.