La pasada noche de Reyes sembró una polémica en Triana que no ha dejado de germinar. Un grupo de empresarios de la zona se ha desmarcado del sector del ocio y la restauración con respecto a la postura adoptada contra el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, después de que la Policía Local ordenase a las dos de la mañana la retirada de las barras que desde hace años se colocan en la calle en esta jornada. Así lo ha aseverado la representante vecinal de Triana- San Telmo, Pepa Sánchez Doreste, quien asegura que varios comerciantes contactaron con ella para trasladarle su malestar con la asociación empresarial que preside Carlos Bethencourt por la que "no se sienten representados".
La tradición de celebrar la noche de la víspera de Reyes tiene su origen, según recuerda Sánchez Doreste, en los años 50 del siglo pasado. "En aquel entonces, todos los comerciantes del municipio mantenían abiertos sus establecimientos hasta las 12 de la noche, aproximadamente, para atender a aquellos ciudadanos que se acercaban a comprar regalos de última hora, un detalle olvidado", explicó. "Pero ahora, esta noche, muchos pierden dinero ya que ante la afluencia masiva de gente que se acerca a la zona deciden cerrar antes de las ocho de la tarde para evitar que se les metan personas con vasos en la tienda o que les roben", apostilló la presidenta vecinal para quien "los que hacen en agosto ese día son los empresarios del ocio y la restauración".
Es por eso que contó que, a pesar de que suele recibir llamadas de los vecinos, desde el pasado día 6 los propietarios de varios negocios han contactado ella para quejarse de las declaraciones que a lo largo de la semana pasada hizo Bethencourt. "Critican que nadie se haya reunido con ellos para pedirles opinión y que directamente se haya acudido a la prensa". Un hecho que se agrava con la "embestida dialéctica que se ha hecho contra el Consistorio por haber sido muy estricto con el cumplimiento de la normativa". Sánchez se refiere a las declaraciones que hizo el presidente de los empresarios al desconocer el motivo de la medida que posteriormente el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, aclaró que se llevó a cabo tras las denuncias de varios vecinos de la zona a siete de 53 locales que habían solicitado el permiso para ampliar el horario y ocupar la vía pública con las barras.
Desde el punto de vista de Pepa Sánchez, la colocación de mostradores en la calle no tiene ningún tipo de justificación. "Yo no he visto en todos estos años que los comerciantes saquen las perchas a la calle. Ya tenemos suficiente con las terrazas por las que no pagan el suelo público como para que además, estén poniendo barras en la calle cuando ya se tienen dentro de los bares", sentenció la líder vecinal de la zona.
"Y luego están los vecinos que aguantan estoicamente la avalancha de personas que saturan Triana y las circundantes, ya que se forma como una muralla humana impide la entrada y la salida de las viviendas y muchos padres manifiestan la preocupación ante la falta de seguridad que pueden sufrir sus hijos adolescentes en medio de todo este trasiego". Una imagen que, en su opinión, "no favorece turísticamente" a Las Palmas de Gran Canaria. "En Barcelona no hay bares en las calles peatonales y aquí, hasta en una calle estrechita, te ponen mesas y sillas. Hemos convertido la ciudad en un bar y los empresarios del ocio y la restauración se han adueñado de todo".
