La Provincia - Diario de Las Palmas

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La abeja negra elabora champú

Una empresaria grancanaria utiliza productos naturales del campo para crear una línea de belleza para el cabello y la piel

Productos de la línea Karome. JOSÉ PÉREZ CURBELO

La agricultura y la botánica es fuente de riqueza alimentaria y de salud. El sector de la cosmética y la peluquería hace tiempo que encontró en la naturaleza una fuente idónea para el cuidado y el bienestar personal. Pero ¿por qué no hacerlo con la calidad de los productos canarios aprovechando las propiedades singulares que imprime la orografía de las Islas y que no existen en otros lugares del planeta? Bajo esta premisa nació el proyecto Karome, una línea de productos de belleza que está otorgando al plátano, al tuno, la piña roja, la fresa, la papaya, el café de Agaete y la manzana de Valleseco, entre otras frutas, hierbas y productos isleños, como la miel o la sal, una nueva salida comercial.

La grancanaria Mari del Carmen Rodríguez Suárez, que lleva más de 18 años en el mundo de la cosmética y la peluquería profesional con el grupo SP Imagen y Belleza, es la artífice de esta iniciativa en la que el uso de productos agrícolas ecológicos van de la mano del cuidado de la piel y del caballo.

Champús de miel de abeja y café de Agaete para dar volumen al cabello y mantener el tinte; de áloe vera y menta avensis para el cuidado de cueros cabelludos sensibles; de aceite de Temisas para mantener la soltura de los rizos; y de miel canaria y coco para evitar el encrespamiento y la sequedad del pelo. Son algunos de los productos que elabora la empresa para lograr que un pelo machacado por tintes, los productos químicos que se incluyen en algunos jabones, mascarillas y suavizantes, así como los agentes contaminantes de la atmósfera pueda volver a tener la soltura, fortaleza y brillo con la que nació.

La línea de belleza incluye también geles, sales de baño, aceites de masaje, bálsamos y jabones. En total, unos 40 productos elaborados básicamente con materias primas canarias, aunque también se utilizan otros productos naturales de otros lugares.

La crisis económica fue el momento que aprovechó María del Carmen Rodríguez, que se dedicaba a la distribución de productos de diversas marcas de prestigio relacionadas con el sector, para reinventarse y sacar una línea de belleza de productos canarios igual que estaba ocurriendo en otras regiones de España y otros lugares del mundo, teniendo en cuenta que el público está cada vez más preocupada por su salud y por el medio ambiente. Y que, por su experiencia, veía cada vez más problemas de dermatitis y de alergias en el cuero cabelludo y la piel.

"Como tenemos una orografía volcánica los productos tienen unas características distintas a otras zonas y lo que buscábamos precisamente era trasmitir eso. La miel de abeja negra canaria no la vemos ni de broma en otros sitios porque todo se exporta fuera; la miel que encontramos esta mezclada y ya no tiene las mismas características. El áloe vera depende de las corrientes y del sol que le dé para que sus resultados sean mejores; lo mismo ocurre con el tuno indio, el plátano, la manzana", comenta para ensalzar la calidad de las frutas, hierbas y productos canarios y su aprovechamiento en ungüentos para la belleza y el cuidado personal.

El proyecto, que comenzó hace tres años, no fue fácil de llevar a cabo ya que se encontraron con diversas dificultades, comenzando por cómo tratar las frutas, hierbas y otros productos que ofrece la naturaleza para convertirlos en champús, geles, bálsamos y lociones que preservaran el cabello y la piel y le otorgaran el cuidado necesario para dar bienestar y salud. Es decir, crear las propias fórmulas de los ungüentos.

"Uno de los problemas que nos encontramos era el envasado. En peluquería es complicado lo de utilizar vidrio pero si queríamos aportar un tratamiento natural teníamos que optar por la transparencia que ofrece el cristal, para que el cliente viera que el producto que utilizamos: plátano, café o fresa, está dentro de la botella. Y también para que se conserve. Por ejemplo, con la miel de abeja canaria nos encontrábamos que oxidaba el plástico y cuando hacíamos las analíticas nos dábamos cuenta que había restos de pet en el producto y que éste ya no tenia el mismo efecto", añade.

La experimentación se desarrolló al mismo tiempo que María del Carmen y los profesionales que la acompañaban en la iniciativa aprendían las propiedades físicas y químicas de las frutas y hierbas canarias, a combinarlas y mezclarlas con otros elementos en el laboratorio para convertirlas en productos que pasaran el control reglamentario.

"Para poder formarnos en farmacología y comprar productos con los que experimentar hacíamos trueque con los fabricantes de belleza. A cambio de introducir sus marcas o sus líneas en el mercado de las Islas obteníamos cursos o productos para continuar con el proyecto; en el que también ha habido mucho estudio de campo. Hablábamos directamente con los agricultores, con los farmacéuticos. Los laboratorios, por ejemplo, nos los facilitó el Jardín Botánico".

Experiencia

El proceso de elaboración de los primeros productos, que se fabrican y embotellan ahora en una nave en Arinaga, duró año y medio. "El proceso fue lento porque primero era analizar que el producto se conservaba dentro del cristal, que no perdiera sus propiedades, y luego había que probar que respondía a lo que nosotros decíamos. Lavamos más de 4.176 cabezas de todo tipo", narra la experta en belleza para detectar tanto el tipo de cabello más habitual en la Isla como los problemas más habituales de dermatitis que presentan los clientes y crear de este modo un producto especifico que subsanara ese problema. De este modo, comenzaron a trabajar primero con una gama de champús que, posteriormente, se ha ido ampliando a otros productos.

Otro de los frentes que se encontraron es que tenían que convencer a los agricultores y productores de frutas, aromáticas y otras materias de la utilidad de sus productos para el sector de la belleza. "Hablamos primero con los alcaldes y les presentamos el proyecto para que nos presentaran a agricultores que estuvieran interesados en la idea, pero nos tomaban por locos", reseña Rodríguez, molesta porque las instituciones públicas no se han dado cuenta del potencial que tienen los productos canarios en el sector de la belleza salvo el aloe vera, que sí que ha logrado tener un hueco en este campo.

"Los canarios no tenemos buena fama en el campo de la belleza y a mi me daba mucha rabia ir a las grandes ferias de peluquería y belleza como Salón Look y no ver un producto de aquí", reflexiona María del Carmen, que ante el escepticismo que encontró entre sus paisanos decidió salir fuera de las Islas a mostrar sus productos y convencer de las propiedades de la materia prima canaria y, por ende, de todo lo que tenía Canarias más allá de sus conocidas playas.

Con dos maletitas repletas de artículos llegó a Barcelona para hacer demostraciones en hoteles, peluquerías y salones de alto standing de las ventajas de la línea Karome, mientras ofrecía café de Agaete, suspiros de Moya bañados en chocolate de Tirma y ron de Arehucas para dar a conocer algunos artículos isleños, con algunos de los cuales están elaborados sus productos de belleza. "Regala belleza, regala Canarias. Era nuestro lema y sigue siéndolo", puntualiza, convencida de las posibilidades que tiene Canarias en el sector de la belleza y el bienestar personal.

En apenas un año consiguió un 25% de la clientela precisa para que la línea comenzara a exportarse fuera y rentabilizarse, mientras incidía en abrir mercado en el Archipiélago. "El problema que tenemos con la exportación es que a veces nos paran la mercancía en el muelle de Barcelona y nos tienen parada durante veinti tantos días en función del consignatario", asegura para explicar las dificultades que tiene un empresario de la Isla para exportar sus artículos.

Proyectos

De momento, la línea Karome se comercializa en peluquerías y spas concretos ya que el grupo busca que los profesionales que trabajan con sus artículos estén formados para dar una mejor y mayor información al cliente de los beneficios que aporta su línea de belleza.

Aparte de champús, lociones y geles, en los salones de peluquerías también ofrecen tratamientos específicos para el cuidado del cabello y de la piel. En este caso, utilizan el plátano del norte para dar nutrición al pelo; el chocolate negro para reparar y sellar la cutícula; entre otras mezclas. También realizan peelings, manicura y pedicura y curas de nutrición; entre otros servicios, utilizando siempre frutas, mieles y sales.

A medida que han ido ampliado la gama de productos y servicios, han ido trabajando con nuevas frutas y hierbas del campo canario. Un total de siete personas trabaja en el proceso de producción y comercialización de la línea actualmente.

Karome también ha sacado adelante una serie de artículos relacionados con la aromaterapia, como son friegasuelos, ambientadores y aceites esenciales, también con hierbas naturales de Canarias, para ambientar los salones de peluquería y belleza y los spas con los que trabaja con el fin de que cuando alguien acuda a uno de estos establecimientos sienta desde el primer momento que se trata de un espacio de relax .

El grupo intenta ahora introducirse en centros comerciales y en perfumerías para que cualquier persona puede adquirir la línea, así como en hoteles de alto standing para que en el baño también estén sus productos y así exportar calidad grancanaria en todo el servicio que se presta.

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