La constructora San José, que trabaja en las obras de la MetroGuagua, se comprometió ayer con la dueña del Karaoke La Cámara, de la calle Galicia, a que un perito de su aseguradora visitara el local para determinar los daños que pudiera haber ocasionado la rotura de una tubería de agua de la calle por una de sus excavadoras. Aunque 24 horas más tarde de cuando ocurrió el problema.

La propietaria, Macarena Miranda, continuaba ayer indignada por el trato que había recibido el lunes por parte de los trabajadores de la empresa cuando sucedieron los hechos, ya que no le facilitaron ni el nombre del encargado ni de la aseguradora para solventar el asunto lo antes posible pese a que lo solicitó. Y así se lo hizo saber ayer a los responsables de la empresa y al propio concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez, que se personó para conocer lo que había pasado. Ramírez, en nombre del Ayuntamiento, pidió disculpas por los problemas ocasionados.

La mujer denunció públicamente a través de las redes sociales y de los medios de comunicación lo que había ocurrido en su local al verse ninguneada por los trabajadores de la empresa. "Vi que me toreaban; cuando lo más fácil hubiera sido llamar al seguro de la empresa y que comprobaran los daños y lo solventaran", relataba ayer al ingeniero de la obra, que se personó a las cinco de la tarde del lunes, pero que tampoco le dio ninguna solución ya que no entendía cómo el agua podía haberse filtrado a su establecimiento.

El local, que lleva funcionando desde hace cuatro meses en el sótano del número 22, se vio completamente inundado de agua después de que sobre las diez de la mañana del lunes una excavadora de la constructora San José rompiera una tubería de Emalsa. "Parecía la Fuente Luminosa, el agua salía casi justo enfrente de la puerta del local. Estuvo horas saliendo y como el piso de la calle es de arena se filtró al local", relataba ayer la mujer sobre lo sucedido.

Miranda asegura que hasta las tres de la tarde los operarios de Emalsa no solventaron el problema y que fue entonces cuando pudieron entrar en el local. No fue fácil porque las puertas de acceso se habían bloqueado al saltar las palancas de la luz por el agua que llegó hasta los enchufes. "Ni por solidaridad nos ayudaron", dijo, en referencia a los operarios de la constructora.

Cuando pudieron entrar en el karaoke, al que se accede por una escalera, se encontraron con todo el piso inundado y tuvieron que comenzar a achicar el agua. Según afirma Miranda, estuvieron hasta la medianoche recogiendo baldes de agua con un recogedor porque con fregonas hubiera sido imposible. Ayer, sin embargo, apenas había restos de la inundación, salvo una marca de la altura del agua al bajar la escalera de acceso. La propietaria llevaba toda la mañana con el aire acondicionado y la puerta de acceso abierta para ventilar el local.

Incógnita

El ingeniero de la obra y el encargado de la misma se extrañaban ayer de cómo había podido entrar el agua en el local.

Miranda explicó que tenía vídeos para que comprobaran el estado en el que se encontraron el local, que abre de martes a sábado en horario nocturno, y señaló que la calle, al estar construida con arena, absorbió el agua como si se tratara de una esponja y se coló en el inmueble. "Se formó una piscina tremenda en la calle y cuando disminuyo el flujo de agua la arena absorbió como si fuera la de la playa", aseguró la mujer, que temía que las tres capas de paneles que tiene el local para su insonorización se hubieran comportado como una esponja.

La propietaria solicitaba a la empresa la reparación de los daños que el agua había ocasionado dado que el rodapié y los muebles son de madera, así como que un experto en electricidad le garantizase la seguridad antes de volver a abrir dado que se enchufan una pista de música, un televisor y el aire acondicionado, además de focos especiales por tratarse de un local de música. También daños y perjuicios por los días en que tendrá que tener el local cerrado hasta que los peritos hagan las inspecciones oportunas.

Al parecer no es la primera vez que los operarios que trabajan en las obras de la MetroGuagua rompen una tubería, aunque en el resto de los casos se ha solventado sin ocasionar problemas a los vecinos. Los operarios se han encontrado en varias ocasiones con tuberías que no estaban señaladas en los mapas con los que trabajan o que estaban más cerca del asfalto de lo indicado. En este caso, la tubería estaba a unos 15 centímetros bajo la carretera.

Durante la conversación con los responsables de la empresa y el concejal de Movilidad, Miranda también se quejó de que las obras están "machacando a los pequeños comerciantes" dado que no les han dejado acceso a los locales. Y, cuando lo han hecho, resultan peligrosos como ha sido en su caso, que le han instalado unos tablones de madera sin estabilidad frente a la puerta. La Concejalía de Movilidad mantiene una persona a pie de calle para canalizar los inconvenientes que está ocasionando las obras de la MetroGuagua a los vecinos y a los comerciantes con el fin de solventarlas lo antes posible, bien con la constructora San José o a través del Ayuntamiento.

El Partido Popular indicó ayer ante lo sucedido en la calle Gali-cia que el proyecto de la MetroGuagua "tiene a la ciudad entera cabreada y el Tripartito sigue sin oír a nadie con su juguete particular". "Se están riendo de todos los ciudadanos".