Un nuevo socavón y la rotura de una alcantarilla en la avenida marítima provocaron ayer fuertes retenciones en la principal vía de comunicación de la ciudad, la GC-1, en dirección sur. Durante cerca de seis horas la vía estuvo prácticamente colapsada debido a que los dos incidentes tuvieron lugar en el mismo sentido.

Las largas colas se iniciaron sobre las doce del mediodía cuando se cortó el tráfico a la altura de la Audiencia de Las Palmas al detectarse que una de las alcantarillas de la carretera estaba rota. Posteriormente, un socavón en el carril izquierdo de la misma carretera a la altura del subterráneo de Santa Catalina ponía en jaque a los conductores que salían del Puerto o el polígono industrial de El Sebadal hacia el sur de la Isla. Y, por ende, a todos los conductores que trataban de incorporarse a la autovía entre la zona de Mesa y López y Vegueta.

Por si fuera poco, a dichas incidencias en la carretera se sumaron dos problemas en el tráfico rodado durante el tiempo en que la avenida estuvo colapsada. A la altura de la calle Munguía, un vehículo se averió en el carril izquierdo, mientras que a otro le pasó lo mismo en el carril izquierdo de los túneles de Luengo, en dirección a Alcaravaneras. Así lo indicaba ayer la Policía Local en su twitter.

Minutos antes de que se cortara el tráfico por la rotura de la alcantarilla también se había producido un accidente de tráfico a la altura de Torre Las Palmas. Afortunadamente, en el accidente entre los dos vehículos en el acceso a los túneles de Luengo por Alcaravaneras no hubo heridos, pero sí ocasionaron retenciones hasta que se cumplimentó el atestado policial.

Sobre las doce de la mañana se detectó la rotura de una de las alcantarillas que hay sobre el asfalto de la GC1, frente al edificio de la Audiencia de Las Palmas. Por precaución, se cerró el carril derecho y se dio aviso a Emalsa para reparar el agujero, que lleva un tipo de sellado diferente al de las tapas que hay en una calle.

Los operarios terminaron el trabajo a las dos de la tarde, coincidiendo con la salida del trabajo. Sin embargo, la vía no se abrió hasta las cinco y media de la tarde dado que la carretera tuvo que ser asfaltada con un tratamiento en frío para que el tráfico se restableciera lo antes posible. Una operación que fue realizada por operarios del Cabildo grancanario dado que la vía está bajo su gestión.

Una tarea que, según indicaron desde Obras Públicas del Cabildo grancanario, fue más compleja que sellar el socavón que se produjo a la entrada del subterráneo de Santa Catalina, a la altura de la calle Eduardo Benot. Según dichas fuentes, el agujero, que fue de pequeña dimensión, se motivó por desgaste propio de la vía, que soporta a diario un gran tráfico pesado. El hundimiento del piso se detectó también sobre las doce del mediodía y por precaución se decidió cerrar al tráfico el carril y repararlo.

La incidencia fue reparada sobre las tres de la tarde, mientras los conductores se quejaban en el twitter de Obras Públicas de que no se asfaltara de verdad yno se parcheara. Óscar Flores decía: "Los parches que ponen duran dos o tres días, una semana como mucho. Con lo que gastan en parchear podrían haber asfaltado de verdad".