Entre paredes de hormigón y lingotes de oro, un camarero sirve un café con leche a una pareja de alemanes antes de un día de turismo. La antigua cámara acorazada del Banco Exterior de España, en el cruce de las calles León y Castillo con Franchy y Roca, se ha convertido en el comedor del Desingplus BEX, el primer hotel urbano de la compañía Labranda Hotels & Resorts. La constructora Acosta Matos ha transformado así un edificio de 1959 en un establecimiento con 97 habitaciones bajo la temática del mundo bancario, abierto desde principios de febrero. Además, tienen como público objetivo al hombre de negocios, sin olvidarse del turista convencional de ciudad, tal y como resalta Óscar Ramos, director general de FTI, matriz de la compañía, en Canarias.
El edificio cuenta con once plantas y fue diseñado por el arquitecto Claudio Martínez. Sus líneas evocan el art decó norteamericano, más propio de los años veinte y treinta, pero que en España se utilizó durante décadas posteriores. Se ideó para acoger dependencias del Banco Exterior de España, una entidad financiera pública que existió hasta 1991.
Tras su liquidación, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tomó las riendas del mismo y lo convirtió en las dependencias de Guaguas Municipales durante varios años. Posteriormente, el grupo inmobiliario Entecan comenzó una rehabilitación del edifico hasta el año 2011, cuando paralizaron la obra. Finalmente, Acosta Matos adquirió el edificio para convertirlo en un hotel urbano.
Los salones y espacios del inmueble están cuidados al "más mínimo detalle", tal y como asegura José Acosta Matos, arquitecto responsable de la rehabilitación. El gran ventanal del vestíbulo permite iluminar toda la recepción. Nada más entrar, a los huéspedes les espera un lingote de oro gigante que hace las veces de mostrador. "Hemos querido jugar con ese tipo de elementos que recuerdan al mundo bancario, además de los colores dorados y plateados", señala el constructor. Igualmente, una serie de "monedas de plata" se apilan a los lados para formar las columnas que sostienen la sala.
El espacio alberga también un bar coctelería. La barra imita los antiguos cajeros de bancos de principios del siglo XX. Los camareros, a su vez, llevan uniformes acordes a los dependientes de la época. Manguitos y visera incluidas. El mobiliario neoyorquino de los años veinte completa este singular salón de bienvenida.
En el sótano, la cámara acorazada se ha acondicionado para ocupar el buffet continental para servir los desayunos. Un par de butrones en la pared de esta gigantesca caja fuerte bancaria permiten ganar luminosidad al comedor. "Preferimos dejar el hormigón visto para dar un valor añadido y diferente", indica Acosta Matos.
El hormigón visto también está presente en las columnas que sostienen el patio central, las cuales forman parte del diseño original del edificio. Cabe resaltar que esta construcción se encuentra dentro del Catálogo de Patrimonio del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Por su valor arquitectónico se protege la fachada y diversos elementos del interior que han sido respetados, tales como la disposición del patio central. En el mismo solo se ha retirado parte de la cubierta forjada para "ganar luz", resalta el arquitecto.
La temática bancaria está presente en todo momento. En cada planta, escenas de robos famosos en la historia del cine norteamericano ocupan lugares privilegiados. Hasta el legendario ladrón de bancos Butch Cassidy cuenta con retrato en la planta nueve. Incluso, los accesos a las habitaciones recuerdan a las puertas blindadas de una entidad financiera.
Panorámicas de la bahía
La terraza del edificio cuenta con una zona chill out y un restaurante a la carta, abierto también al público en general, cuenta con una amplia panorámica a la bahía de La Luz y de Las Palmas. Los huéspedes pueden disfrutar de una copa en la mano mientras divisan cómo los cruceros entran o salen del Muelle Santa Catalina. Al otro lado de la cubierta existe un solarium y una pequeña piscina acristalada. Desde aquí se puede avistar la barra de Las Canteras.
El pasado fin de semana el BEX logró superar el 95% de ocupación. "Ahora estamos en un 65%, no es lo deseable, pero para empezar vamos bien", apunta Manuel Poladura, director del hotel. No obstante, durante los últimos días del Carnaval capitalino lograron esas cifras gracias a la combinación de las carnestolendas, la Copa del Rey de baloncesto, entre otros eventos, como un congreso de odontólogos, señala el director.
El antiguo Banco Exterior de España se une de esta manera al auge turístico que vive Las Palmas de Gran Canaria en los últimos años. La oferta hotelera se disparó en 2017, pues se llegó a pedir licencia de apertura para casi una veintena de establecimientos, los cuales están repartidos por los barrios de Santa Catalina, La Isleta, Triana y Vegueta. Además, la mayoría comparten la característica de tener un perfil más bien urbano.
La oferta turística en el Puerto es amplia en estos momentos. En el mismo parque Santa Catalina se encuentra el Bed&Chic en pleno, un negocio que ha obtenido licencia para ampliar sus camas turísticas. El hotal AC Gran Canaria, con cuatro estrellas, también se encuentra en la zona. Además, destaca por ser el cuarto edificio de la capital. El resto de establecimientos del entorno son pequeños hostales de baja categoría.
Después de la apertura del BEX, en León y Castillo también está prevista la apertura del primer hotel del grupo noruego Silken en Las Palmas de Gran Canaria. Este se encontrará frente a la playa de las Alcaravaneras, en el solar donde un día se levantó el hogar de caridad Jesús Abandonado. Los empresarios canarios Sanjay y Ajai Bhagvanji son los encargados de este futuro hotel urbano de 66 habitaciones que tiene previsto abrir antes de finalizar el 2018.
La capital grancanaria registró una tasa de ocupación por plazas turísticas en enero del 63,6%, similar al dato de diciembre. Con respecto al mismo mes del año pasado, se produce un descenso del 4,4%. En cuanto al número de pernoctaciones, se superaron las 148.000 noches en alojamientos turísticos. Un dato a la baja frente a las casi 158.000 pernoctaciones de hace un año. Por nacionalidades, destacan los suecos, seguidos de alemanes y británicos.
