La sociedad Hespérides FC trata desde febrero de salir a flote después de que la última directiva, presidida por Javier Lobeto Carrillo, hubiera llevado a la entidad a un declive absoluto. Es lo que indica la comisión gestora, creada en enero, para reflotar la entidad, que el próximo año cumplirá un siglo.
Cien años de historia no pueden irse al traste. Es lo que piensan los socios de la sociedad Hespérides, surgida en Las Palmas de Gran Canaria a principios del siglo XX como otras tantas entidades deportivas, recreativas y culturales. La comisión gestora, encabezada por José Martín Mesa, y por Jorge Luís Carballo - secretario-; José Medina - tesorero- y Francisco Morales - vocal- está convencida de que la entidad tiene salvación pese a su situación.
La gestora asegura que la "nefasta gestión y el descontrol" de la junta que presidía Lobeto, y posteriormente la inhibición del vicepresidente Federico Inchausti y del descontrol del secretario Ayoze Quintana, "aumentaron considerablemente los impagos de la hipoteca del edificio del club a Bankia, con peligro de su desaparición, e incoación por Endesa de dos expedientes por fraudes de luz".
"Cuando me fui hace año y medio lo dejé todo saneado; el resto no tengo ni idea", indica Javier Lobeto, que asumió el cargo en mayo de 2015 y se marchó del club "cansado de las críticas y de la escasa colaboración de algunos de los socios; todo eran cortapisas". El secretario Ayoze Quintana señala que Lobeto "desapareció durante año y medio por asuntos personales" y que no podía gestionar nada hasta que Inchausti asumió el poder. Quintana, que ya no es socio, dice tener "la conciencia tranquila; cumplía órdenes del presidente" y que se intentó buscar soluciones para atraer más socios y solventar las deudas "con bancos e inversores privados" porque había los mismos gastos pero no había ingresos. La escasa masa social y que estos fueran en su mayoría mayores no ayudó, según él, a impulsar al Club.
Las deudas y la falta de afiliación no son problemas nuevos para una sociedad centenaria como Hespérides, ligada desde hace décadas a La Isleta. La comisión gestora se ha propuesto conocer qué ha pasado y buscar responsabilidades al mismo tiempo que trata de solventar la deuda y atraer nuevos miembros. Una tarea ardua pero no imposible ya que se trata de una institución centenaria.
Los inicios de la entidad están ligados al que fuera Campo España, justo al lado de la clínica de El Pino y del edificio del Gobierno de Canarias, donde jugaban otros equipos de la época como el Victoria, el Porteño o Gran Canaria en las primeras décadas del siglo. Tras varios cambios de ubicación de sede, finalmente la sociedad se establece en el barrio de La Isleta. Primero en la calle Satautejo y, posteriormente en la ubicación actual -concejal Manuel Rodríguez Costas, número 1- después de que el nuevo paseo de Las Canteras (1998) obligara a la demolición del viejo edificio. El Ayuntamiento, a cambio, concedió a los socios un nuevo solar y 300.498,8 de euros con los que se construyó el moderno edificio de cuatro plantas en primera línea de playa, a un paso de La Puntilla.
La sociedad ha contado con un equipo de fútbol con su mismo nombre, en categoría preferente, y fue cuna de importantes futbolistas como Alfonso Silva y estrellas del boxeo como Lelo Suárez o Cesáreo Barrera. También fue conocida por sus carnavales, bailes, y porque en él nació la parranda Cuasquias.
Presidencia de Barrera
El Hespérides estuvo presidido durante años por el empresario Octavio Barrera Moya. Tras su fallecimiento (2001) le sucedió su hijo Octavio Barrera Serván, que dimitió en mayo de 2006. Tras una junta extraordinaria se eligió como presidente al dueño de la litografía González, Antonio González González, que estuvo ocho años en el cargo.
Durante ese tiempo, la junta directiva intentó recomponer la situación económica del Club pero se hacía inviable por la escasez de socios, así como por los bajos alquileres que cobraban. El 24 de febrero de 2015, en una asamblea extraordinaria, los 65 socios que acudieron a la misma le dieron la potestad a González de iniciar una propuesta de fusión con el Real Club Victoria con la intención de salvar al Club.
La operación, sin embargo, no se llevó a cabo ante el cisma que la noticia provocó entre los victoristas, con quienes habían sido además rivales históricos, preocupados por lo que iba a suponer absorber una sociedad con deudas.
En 2015 se inician nuevas elecciones y sale elegida la plancha de Javier Lobeto Carrillo, que no llega a resolver los problemas del Hespérides. "De los 9 miembros que forman la junta, sólo son socios el presidente y el vicepresidente", señala la comisión. Ante la situación, los socios solicitan el 10 de enero de este año una asamblea general extraordinaria, que se celebra el 27 de febrero, de donde sale la nueva comisión gestora de salvación que intenta sacar a flote a la sociedad.
Actualmente, la sociedad debe entre la compañía de la luz y el banco 195.000 euros. Pagos que debe hacer frente con la cuota mensual de los socios -diez euros al mes- y con los arriendos del restaurante y de los locales, que según el presidente de la comisión gestora están por debajo de su valor en el mercado actual y por la zona donde se encuentran.
La búsqueda de nuevos socios y la reactivación de las actividades en el Club para socios, no socios y vecinos de La Isleta -bailes para la Tercera Edad, cursos; entre otras actividades-, figuran entre los planes de la comisión de salvación, conjuntamente con el saneamiento de las cuenta. Un paso imprescindible para, más tarde, solicitar ayudas y subvenciones a las administraciones públicas. El objetivo de todos es que el Hespérides no muera.
