El fiscal Pedro Gimeno pide 14 años de prisión e inhabilitación absoluta a Gavrila Daniel Obedeanu por un delito de homicidio, previsto y penado en el artículo 138 del Código Penal, contra Félix Baiaram. Este falleció en el Hospital Doctor Negrín a causa de los golpes que el acusado le propinó, presuntamente, en la cabeza. Los hechos ocurrieron en la calle Simancas, en la zona de Guanarteme, en julio de 2016. Además, la fiscalía reclama una indemnización de hasta 210.000 euros a los familiares de la víctima; y otros nueve meses de cárcel por quebrantar la orden de alejamiento de María Raducan, quien estaba presente durante la trifulca. El caso cuenta con la presencia de un jurado popular.

Al inicio de la vista el abogado de Obedeanu, Víctor Machado, reclamó un aplazamiento del juicio, pues una "testigo vital" para el caso, María Raducan, no pudo acudir a los juzgados. La petición fue denegada, ya que, según el fiscal, la mujer se encuentra en paradero desconocido. "No sabemos siquiera si está en España o en Rumanía, viva o muerta", expresó Gimeno. Dicho esto, se procedió a iniciar el interrogatorio al acusado.

Según el acusado, este acababa de salir del CIE -Centro de Internamiento de Extranjeros- de Barranco Seco unos días antes del suceso. Se fue a vivir con sus tíos en la calle Cayetana Manrique, donde también residía María Raducan. En la tarde previa al suceso realizaron un asadero en casa, al que acudió Baiaram, entre otras personas. Una vez finalizado, Obedeanu señaló que se trasladaron él, la mujer y la víctima a un bar de la plaza del Pilar. El presunto homicida apuntó que ese día consumió "unos tres o cuatros cubatas de whisky y hasta siete cervezas".

La discusión que desencadenó la pelea comenzó en la calle Simancas dirección Puerto. El acusado testificó que Félix Baiaram empezó a insultarlo. "Me decía que tenía miedo de mis tíos, tenía que volver pronto a casa porque son gente mayor", testificó el presunto homicida. La discusión subió de tono y explicó que la víctima le escupió y le pegó por la espalda.

Este relato difiere del testimonio que expuso María Raducan a la jefa de Homicidios de la Brigada Policial en aquel entonces. "Iban caminando por la calle cuando el acusado preguntó a la víctima ¿te la quieres follar?", apuntó la policía durante el juicio. Acto seguido, "el fallecido le escupió y le propino una bofetada, pero la testigo no especificó en qué parte, si la espalda o el hombro", señaló la agente.

Cabe resaltar que, según el testimonio de María Raducan a la Policía, su expareja pensaba que la víctima mantenía o tenía intención de mantener relaciones sexuales con ella. Por esto, aseguró que la disputa se inició, presuntamente, a causa de un motivo de celos.

Según el relato de Obedeanu, tras el primer forcejeo este vio como Baiaram metió su mano en uno de sus bolsillos por lo que procedió se engancharon. "No sabía si iba a sacar una navaja, él tiene una", señaló. A continuación, este le propinó un golpe en la cara que les hizo caer al suelo. La víctima, al desplomarse, se dio un fuerte golpe contra la calzada que lo dejó inconsciente. "Escuché como que roncaba", en referencia a la dificultad que tenía para respirar, "le di unas palmaditas para reanimarlo, pero no le pegué más", afirmó Obedeanu. Por todo esto, el letrado del acusado defiende el derecho de este a la "legítima defensa".

Esta parte del relato también difiere de la descrita por Raducan y otros testigos del suceso. "Dijo que el acusado se puso a horcajadas sobre la víctima tras el golpe, e iba a pegarle más, pero ella se interpuso y lo impidió", apuntó la jefa de Homicidios. En cambio, según los testimonios de un señor que vio todo desde su ventana y otro desde las puertas de La Garriga, Obedeanu propinó varios golpes a Baiaram con los puños.

Otros agentes relataron durante la vista que para cuando ellos llegaron al lugar del suceso allí ya no se encontraba Obedeanu. En cambio, había llegado una ambulancia del Servicio Canario de Salud y estaban presentes testigos y María Raducan. "Ella al principio decía que no los conocía de nada", testificó el policía que cubrió el servicio. "Después en su casa, cuando fue a buscar su documentación se derrumbó y confesó que el agresor era su pareja", continuó.

En el transcurso del juicio testificaron un total de seis miembros del cuerpo de la Policía Nacional. Los cuales participaron en la actuación de aquella trifulca en la madrugada del 26 de julio de 2016. La vista continuará hoy en la Ciudad de la Justicia.