El Real Club Victoria de Las Palmas de Gran Canaria tiene previsto el remozamiento de su fachada y los paneles fenólicos de su azotea. Así lo informó ayer su presidente, Paco Medina, quien explicó que, al tratarse de un edificio protegido y requerir de la instalación de andamios en la vía pública, es necesario obtener permiso del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para poder llevar a cabo la intervención. Por lo pronto, el proyecto fue aprobado con condiciones este lunes en el Consejo Municipal de Patrimonio, si bien antes de acometerse todavía tendrá que pasar por el Servicio de Protección del Paisaje dependiente del Área de Urbanismo, según explicó su responsable, Javier Doreste.
Fue el verano del año pasado cuando la centenaria entidad social y deportiva comenzó la tramitación de la licencia para poder desarrollar la reforma entre cuyas prioridades está "adecentar el exterior de las instalaciones" en el que el sol, la humedad y el salitre han hecho mella. Y es que desde 2008, el inmueble no pasa por chapa y pintura. En aquella ocasión fue el propio Consistorio el que, bajo el mandato de Jerónimo Saavedra, pintó las paredes del inmueble que dan para la vía pública en el marco del plan de mejora y rehabilitación para la zona Puerto- Canteras que justamente se inició en la calle Ferreras.
Anteriormente, el club se sometió a una compleja obra para ampliar sus instalaciones que se "reinauguraron", tras cinco años, en 2001 en un acto que contó co la presencia del por entonces alcalde de la capital, José Manuel Soria. Y este es precisamente el motivo por el que el Servicio de Protección del Paisaje tendrá que revisar el proyecto de la nueva actuación. "La Ley de Patrimonio Histórico establece que cuando se hace una ampliación de un edificio protegido, en caso de querer hacer una obra, se tiene que diferenciar entre la parte nueva y la más antigua y la propuesta del Victoria se ha presentado como una intervención homogénea. Por ello, aunque el Consejo se ha aprobado con condiciones y ahora es el Servicio el que tiene que estudiar si se cumple con la normativa y, de ser así, no tendrán que volver a pasar por el Consejo y podrán realizarla sin problemas", arguyó Doreste.
Una vez se obtenga la licencia, será el propio Paco Medina quien, junto a su directiva, se siente con los socios para hablar del presupuesto de la obra que será "totalmente autofinanciada". La idea es mejorar el aspecto actual de la fachada, así como de los balcones y de los fenólicos de la azotea. También está previsto cambiar puertas, persianas y mobiliario. "Pero lo que más nos interesa es mejorar lo de fuera porque ya se nota el deterioro de la pintura", señaló el presidente. Y es que el inmueble de siete plantas se encuentra ubicado en una esquina privilegiada, entre el Paseo de Las Canteras y la calle Ferreras donde será necesario colocar andamios que invadirán la vía pública, de ahí que la institución haya solicitado también el permiso municipal. En este punto del litoral se instalaron tras haber pasado por otros emplazamientos, "siempre en la zona de La Isleta", tal y como reza en la página web de la entidad.
Entre ellos figuran en 1910 la calle Pescadería, hoy López Socas; La Naval, dos años después, en la trasera del Teatro Hermanos Millares que ahora ocupa el Hotel Imperial Playa desde donde se trasladó a la confluencia entre Tenerife y Sagasta entre 1922 y 1923. Posteriormente, el club volvió a La Naval y no fue hasta 1939, acabada ya la Guerra Civil, cuando la sociedad adquiere su primera sede social frente al Castillo de La Luz, en la calle Juan Rejón. Una década después esta propiedad fue vendida y Virgilio Suárez adquirió el solar donde actualmente se erige el edificio que fue levantado sobre una antigua fábrica de barcos e inaugurado de manera oficial en 1954.
