El gobierno Tripartito aprobó ayer, con el rechazo de la oposición y de la Plataforma Vecinal Rehoyas-Arapiles, dos modificaciones parciales del Plan General de Ordenación (PGO) que permiten recortar 3.954 metros cuadrados en el parque de Las Rehoyas para construir el primer edificio de la reconstrucción del barrio. El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, defendió la legalidad de la revisión, con la que se pretende compensar en el barranco de La Ballena los espacios libres perdidos en Las Rehoyas y acusó al Partido Popular (PP) de emprender una "carrera del miedo absolutamente falsa" para "confundir a los vecinos. Durante muchísimo tiempo hubo promesas a los vecinos de Las Rehoyas por parte del Partido Popular y ahora intenta de nuevo frenar el proceso de reposición". A partir de ahora las revisiones parciales saldrán a información pública y aseguró que el expediente "volverá" a la Comisión de Ordenación y Medio Ambiente de Canarias, que ya ratificó el informe ambiental. Calificó de "falsas" las críticas del PP, que acusó al Tripartito de acogerse a la nueva Ley del Suelo para saltarse ahora el veredicto final de la Cotmac al que le obliga la vieja ley con la que se inició el trámite. "Ni siquiera se pierde un campo de fútbol, porque el que está afectado por la construcción del primer edificio se sustituirá por otro que se instalará a pocos metros", dijo el responsable de Urbanismo, que aseguró que "los vecinos fueron informados de lo que se iba a hacer en la asamblea celebrada el pasado 30 de enero, donde se acordó abrir un punto de información y someter el proyecto de reposición a un referéndum que quiere convocar antes del verano para que los vecinos tengan la última palabra. "Los vecinos", dijo, "quieren quedarse lo más cerca posible de su barrio y por eso se ha proyectado ese primer edificio ahí. Y queremos empezar ya porque la gente tiene que visualizar que vamos en serio". Además, añadió, se va a ofrecer a los vecinos la posibilidad de mudarse a otros edificios que se harán en solares municipales, uno situado en la calle Doctor Chiscano, frente al Negrín, y otros en Tamaraceite Sur. Las alternativas de La Feria y Casablanca III se han desechado por el momento. De las 2.558 viviendas que tiene el barrio, unas 671 se tendrán que construir fuera.

A juicio de Doreste hay que iniciar cuanto antes el proceso, primero porque los vecinos no pueden seguir viviendo en esas condiciones y también para evitar que vaya a más el proceso de especulación, con la compra de las viejas casas, que se está iniciando.

A juicio del viceportavoz del Partido Popular, Ángel Sabroso, la única razón de las prisas del Tripartito por empezar las obras del primer bloque antes de aprobar el plan de reposición de Las Rehoyas responde al deseo de "poner una primera piedra electoral antes de las elecciones, aunque sea a costa de recortar un parque como Las Rehoyas. Se han dado cuenta de que no han hecho nada en estos tres años y van a someter la reposición a una grave inseguridad jurídica que puede paralizar el proceso y la llegada de fondos de las otras instituciones". Sabroso volvió a solicitar que se dejaran sobre la mesa las revisiones por las que se pretenden compensar en La Ballena la superficie perdida en Las Rehoyas que, recordó, ha sido cuestionada por la secretaria general del pleno, que pidió una justificación más clara de la restitución de ese tipo de suelo en otro ámbito. "Se trata de una doble triquiñuela, primero porque se intenta compensar el suelo perdido en otro lado y porque ese supuesto nuevo espacio libre ya existe".

La portavoz de Ciudadanos, Beatriz Correas, consideró que habría sido mejor terminar primero la reposición de Tamaraceite y expresó su rechazo a la construcción de muros en el parque de Las Rehoyas. "Hay que tener un proyecto claro de ciudad. No se pueden hacer las cosas de prisa y corriendo", sostuvo.

Ninguneo a los vecinos

Por su parte, la portavoz de Unidos por Gran Canaria, Ángeles Batista, que el pasado miércoles expresó su apoyo a la revisión, lo retiró ayer porque, aseguró, "se ha engañado a los vecinos. El expediente está bien armado y no hay que alarmar a los vecinos con la modificación, pero el concejal nos dijo que había consenso con los ciudadanos y no le vamos a perdonar que haya ninguneado a los vecinos y que aún no esté listo el censo de las personas que van a salir del barrio".

Extremadamente críticos se mostraron los miembros de la Plataforma Vecinal Rehoyas-Arapiles, que volvieron a denunciar por enésima vez la "falta de información" y el "incumplimiento de los acuerdos adoptados" por parte de Doreste. "Hay un malestar muy grande porque nos hemos enterado por la prensa de la modificación del parque, cuando llevamos seis meses solicitando la valoración jurídica de ese recorte", señaló la portavoz de la plataforma, Pino Sánchez, quien criticó que en las encuestas que se están realizando "no se les está preguntando a los vecinos si se quieren ir al nuevo edificio del parque. Nos tememos que se obligue a mudarse al edificio del parque de Las Rehoyas a los residentes de los primeros edificios de Santa Luisa de Marillac que tirarán en la reposición". Tras indicar que "se pretende levantar un muro de la vergüenza" en el parque con el nuevo edificio de siete plantas, Sánchez añadió que el "modelo de las viviendas que se quieren hacer es un corta y pega de El Polvorín y eso no lo queremos. No queremos asomarnos a la ventana y ver un muro". Reconoció que la plataforma "no tiene ninguna capacidad de decisión y que la última palabra es de los vecinos" e insistió en que hay otras alternativas en el barrio para hacer el primer edificio, en la calle Agustina de Aragón.

Por su parte, los vecinos de El Polvorín expresaron su rechazo a la construcción del centro de emergencia de Protección Civil en el colegio Ramón y Cajal, que quieren que sea sociodeportivo.