Por muy moderno que parezca ir de chaqueta en bicicleta, ya en los años 50 no había en el paseo de Las Canteras quien no conociese al "señor de pajarita que iba en bici a su trabajo". Se trata de Juan Pérez, quien, sin saberlo, inició una estrategia de márketing poco común para la época, y cuya marca traspasó las fronteras físicas y temporales como el must de Las Canteras. "Hasta los periódicos escandinavos hablaban del restaurante Juan Pérez", afirma su hijo, del mismo nombre. Por ello, no es de extrañar que este elegante mesonero de los años 50 esté a punto de tener su propio busto en La Puntilla .
Su merecida fama empieza a fraguarse en el año 1954 cuando abrió las puertas de "El Merendero", un bar de tapas en La Puntilla, situado en el número 17 de la calle Prudencio Morales, donde actualmente se encuentra el restaurante La Oliva. "Cuando solo había tienditas de aceite y vinagre en la zona, él vio la oportunidad de ofrecer algo más", señala Juan Pérez hijo. Y su padre no se equivocó, pues tan solo unos años después de la apertura de El Merendero, tuvo que dar respuesta a la demanda de mercado inaugurando un restaurante con su propio nombre, el Juan Pérez.
De sus ricos platos canarios disfrutó no solo la vecindad de La Puntilla sino también universales cantantes de ópera y estrellas del celuloide como Pier Angeli, John Huston, Silvana Pampanini, Gustavo Rojo, Eddie Constantine, George Marshall, y el mismísimo Gregory Peck, quien para enfrentarse a la temible ballena blanca Moby Dick, recargaba fuerzas con una deliciosa carne estofada, una sopa de mariscos o una paella del Juan Pérez.
No obstante, las puertas de este concurrido lugar de encuentro estaban abiertas a toda la ciudadanía, sin importar clase ni condición. Lo sabían bien quienes menos recursos económicos tenían en esa época, pues acudían al Juan Pérez en busca de un plato de comida, que siempre se les brindaba sin pagar una sola peseta. Eso sí, que no se les ocurriese pedir vino o cerveza porque Juan Pérez tenía la respuesta preparada: "Los vicios en esta casa se pagan".
Este entrañable y carismático grancanario siguió cosechando éxitos cuando se adelantó al boom turístico sueco construyendo el edificio de apartamentos Los Manises, también en La Puntilla, y luego otro llamado Juan Pérez, que aún se mantiene bajo el mismo nombre. Su hijo asegura que su padre tenía unos valores profesionales poco frecuentes en los años 50: "Él era la imagen de sus negocios: elegancia, sencillez y trabajo duro".
Nacido en Arucas en 1909, Juan Pérez padre fue condenado a pena de muerte por el régimen franquista tras ser capturado como preso político republicano en plena Guerra civil española. Por suerte, la misma que corrieron muchos, el obispo Pildain salvó su vida, alzando la mano de alto al fuego cuando estaban a punto de fusilarlo. Finalmente, Juan Pérez solo tuvo que cumplir una condena de siete años, tras la que, una vez en libertad, inició sus planes hosteleros.
Ni él ni su familia podían imaginarse que pasaría a la historia como el pionero en el desarrollo turístico del paseo de Las Canteras y una importante figura en la promoción turística de la isla. De esto se fue dando cuenta su hijo que, una vez fallecido su padre, en el año 1981, inició un proceso de reconocimiento de la labor de Juan Pérez, al que se sumaron periodistas, con diferentes programas de radio, y vecinos de la zona agrupados en torno a la Asociación Amigos de Juan Pérez, creada en 2015.
El esfuerzo por recuperar y contar la historia de este personaje histórico se materializará este 20 de abril mediante la colocación de un busto, obra del escultor Rafael Gómez González, en La Puntilla. "Mi padre tenía un gran corazón. Nunca nadie me ha hablado mal de él. Se lo merece", asegura su hijo.
Al evento acudirán el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, el Concejal de Participación Ciudadana, Sergio Millares, así como otras personalidades políticas, y numerosas amistades. Amenizarán la jornada los músicos José Falcón Torres y Alberto González Falcón, y Juan Pérez hijo, quien leerá unas palabras para recordar el legado de su padre. A partir de ese momento, cualquier visitante del paseo de Las Canteras sabrá que un señor de pajarita iba a dos ruedas al mercado para ofrecer a sus clientes los productos más frescos, y cuyo restaurante, el Juan Pérez, sería hoy algo así como el top traveler choice de TripAdvisor.
