En la capital grancanaria también hay pastores, tal y como se demostró este sábado.

El alcalde Augusto Hidalgo participó junto a un grupo de periodistas en una ruta de trashumancia que pone de relieve el peso de esta actividad en el municipio.

Participaron seis pastores a pie con sus perros, a los que se unieron otros dos pastores a caballo en San José del Alámo, emprendiendo desde San Lorenzo el camino para conducir a más de 300 ovejas desde la capital grancanaria a Fontanales, donde pasarán los próximos meses antes de seguir hasta Tejeda, ya que en esta zona se encuentran mejores pastos para los animales.

Hidalgo se sumaba a las seis de la mañana al grupo de pastores de la capital que conducían a las ovejas fuera del municipio para mostrar su apoyo a los pastores que mantienen viva la tradición de la trashumancia en una ciudad que sigue conservando sus raíces ganaderas, "de la que todos nos sentimos tan orgullosos y que debemos esforzarnos por mantener, porque forma parte de nuestra historia, de nuestra forma de ser y también debe formar parte de nuestro futuro. Se trata de una práctica que pocos ya recuerdan pero que en el pastoreo en Canarias ha sido muy importante"

La trashumancia es una actividad que históricamente ha permitido a los ganaderos de Las Palmas de Gran Canaria trasladar a sus animales hacia otras zonas de la Isla, en Medianías y Cumbre, sobre todo cuando hace más calor y hay menos pasto disponible cerca de la costa.

Los ganaderos han guiado a las ovejas por el barranco de El Pintor, El Román, hasta seguir el camino real hacia Teror, hasta San José del Álamo, y de ahí a Fontanales, donde pasarán entre dos y tres meses. Según explicaron los pastores al alcalde, en verano se conduce a las ovejas desde Fontanales hasta la Cruz de Tejeda, donde pasan todo el verano. En invierno vuelven al municipio de Las Palmas de Gran Canaria.

El alcalde acompañó a los pastores capitalinos durante varios kilómetros, casi hasta la linde con el municipio de Teror, en San José del Álamo, y durante el recorrido se sumaron varios vecinos más a la conducción del ganado. "En la actualidad, menos de una veintena de pastores siguen practicando la trashumancia en nuestra isla. Nosotros, desde el Gobierno municipal, apoyamos esta actividad, un oficio en peligro de extinción, pero de vital importancia para el desarrollo económico y social de nuestro municipio", añadió Hidalgo.