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Premios Puertos de Las Palmas Reconocimiento especial institucional

Los guardianes del legado náutico de Gran Canaria

La Federación de Vela, que fomenta la cultura de mar en la Isla, recibe mañana el galardón institucional de los Premios Puertos

Los guardianes del legado náutico de Gran Canaria LP/DLP

Como cualquier otra mañana, la lámina de agua de la zona de vela del Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria amanece tranquila. Nada que ver con lo que ocurre unos metros más arriba, en la Avenida Marítima, donde los 100.000 coches que la atraviesan cada día marcan un incesante compás de acelerones y frenazos al ritmo que marcan las aglomeraciones del tráfico. Aquí abajo todo es diferente y muy calmado, tanto como las olas que llegan hasta el interior de la dársena de La Luz apaciguadas por los diques que hacen de barrera.

Es aquí precisamente donde tiene su sede la Federación Insular de Vela de Gran Canaria, institución que custodia ese legado cultural isleño que es el deporte náutico y que acaba de ser reconocida por la Fundación Puertos de Las Palmas con uno de los galardones correspondientes al año 2018. El presidente de la institución, Alejandro Barrera, será el encargado de recogerla este jueves.

La labor de la federación fomentando las actividades náuticas en el litoral grancanario empezó décadas atrás. Resulta imposible separar su historia del nombre de Joaquín Blanco, padre y abuelo de regatistas olímpicos homónimos y considerado por muchos el gran impulsor de la vela en las islas. Fue él quien animó a leyendas como los hermanos Doreste -sus propios sobrinos, de hecho- y por eso su nombre fue el escogido para bautizar la escuela de vela de Puerto Rico, que desde la década de 1980 ha enseñado los secretos de la navegación a los miles de jóvenes grancanarios que han pasado por sus instalaciones.

Joya en el Sur

"Es nuestra joya", presume Barrera mientras habla de la escuela ubicada en la zona turística del municipio de Mogán. En ella se desarrolla la mayor parte de las actividades formativas de la Federación -entre un 70% y un 80%, de acuerdo con sus propios cálculos- de modo que entre cursillos estivales, colegios y actividades extraescolares pasan cada año unos 4.000 regatistas en potencia por unas instalaciones que ya están llegando al límite de su capacidad. "Los colegios se pelean por ir abajo, hará falta algo más", reconoce el presidente.

La Federación Insular de Vela de Gran Canaria dio un gran paso adelante cuando logró sumar la instalaciones de Las Palmas de Gran Canaria a las que ya poseía en la costa de Mogán. Ocurrió en la década de 1990, después de que la 'fiebre olímpica' desatada en torno a los Juegos celebrados en Barcelona en 1992 -cinco regatistas o equipos españoles obtuvieron en aquella ocasión distintas medallas en las competiciones náuticas- contagiara a muchos grancanarios.

El lugar escogido para emplazar el nuevo centro fue la zona sur de la Dársena de Embarcaciones Menores que había nacido al abrigo de las obras de la Avenida Marítima. Para bautizar el nuevo espacio se optó por ponerle un nombre institucional, pero que a la vez no resultaba en absoluto ajeno al mundo de la navegación a vela: el de quien por entonces ocupaba la jefatura del Estado, Juan Carlos I.

No es que la Federación no organizara cursos antes de que existieran estas instalaciones -"Antes se hacían los cursillos en la playa", rememora Barrera-, pero su puesta en marcha permitió mejorar la atención a los usuarios y ampliar la oferta. A partir de su llegada al Muelle Deportivo se inició, además, una relación mucho más intensa con la Autoridad Portuaria (por entonces aún Junta de Obras del Puerto) que les ha permitido continuar con sus actividades. "La Autoridad Portuaria y la vela siempre hemos ido de la mano", asegura el presidente de la Federación.

La organización multiplica sus actividades con la llegada del verano. Durante este mes de mayo abren el plazo de inscripción para sus cursos estivales, tanto en Mogán como en el Puerto de La Luz, a partir de los 70 euros que cuesta el más sencillo de la categoría Optimist. La convocatoria se convierte en un éxito cada año, aunque Barrera reconoce que muchos de los participantes no continúan adelante con la formación náutica cuando el verano concluye y toca regresar a la rutina habitual: "Los niños disfrutan, aunque comprar un barco es complicado". Para ello, explica, ofrecen una tarifa plana de 35 euros mensuales con la que es posible navegar teniendo acceso a todo el material necesario, desde el chaleco hasta el propio barco, de modo que no poseer una embarcación en propiedad no se convierta en una limitación.

Las actividades no se limitan a ayudar a los jóvenes grancanarios a superar el respeto que siempre impone el mar. La Federación también organiza actividades como Un mar para todos, gracias a la cual hasta 170 personas diagnosticadas con enfermedades mentales pueden aprender a navegar. El proyecto, que arrancó en el año 2012, ya ha permitido descubrir el mar a los miembros de organizaciones como Down Las Palmas, Quórum Social 77 o Adepsi, entre otras.

Los cursos, además, han logrado ampliar su horario durante este tiempo y ya no duran unas horas, sino hasta varios días. De este modo, aquellas personas que participan en ellos pueden acabar por adquirir unos conocimientos más profundos y sobre todo les permite beneficiarse de los efectos relajantes que tiene el mar, como señala Barrera.

Los miembros de la Federación se encuentran este año volcados en varios proyectos que permitirán mejorar sus servicios de cara a la sociedad. Por un lado se ha procedido a renovación de buena parte de las instalaciones de la escuela de Puerto Rico. Por otro, los responsables federativos aspiran a que su sueño de crear un centro de tecnificación deportiva dedicado a la vela fragüe hasta convertirse en realidad. Sería el tercero de Canarias y el primero dedicado a esta disciplina, según destaca Barrera.

Para la Federación, la concesión del galardón institucional de los Premios Puertos de Las Palmas ha supuesto "una alegría tremenda". Barrera, que no se cansa de subrayar el "servicio más social que económico" que dispensa la organización, no oculta su satisfacción por el hecho de que el patronato de la Fundación Puertos, encargado también de la selección de los galardonados, "se haya acordado de nosotros". Tampoco oculta su agradecimiento "a los clubs, los federados y la Fundación Disa, que colabora con nosotros desde hace años".

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