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Puerto Reflexiones del nuevo presidente portuario

"Si el Puerto se queda fuera del gas, perderemos nuestra posición"

"Los clientes y usuarios tienen que percibir que son tratados como tal y a veces eso no se produce" , señala el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas

Juan José Cardona, ayer en su despacho durante la entrevista. JUAN CASTRO

El jueves tuvo lugar su acto de presentación ante la comunidad portuaria, aunque ya llevaba dos semanas de perfil bajo. ¿Ya se siente instalado en la Autoridad Portuaria?

Rotundamente sí. Creo que ya tengo el rodaje de los primeros días. El contacto con los principales operadores económicos ya se ha producido y con la gente de la casa, también. Me falta visitar Fuerteventura, que también es un objetivo que me he planteado para los primeros días y será la próxima semana. Desde el principio se están tomando decisiones con el asesoramiento correspondiente de la decisión y del personal.

¿Cuál es el asunto más urgente al que está haciendo frente?

Esta es una casa que tiene magníficos profesionales. El puerto tiene una intensidad de trabajo permanente y una dinámica propia. En todo lo que se refiere a la gestión de lo administrativo, no olvidemos que la Autoridad Portuaria es un gestor de lo público al servicio de la actividad económica y eso requiere estar dando permanentemente autorizaciones o tarifando por los servicios portuarios que se prestan en sus instalaciones; esa dinámica va sola. Temas que requieran una atención urgente son todos y ninguno en particular. Es evidente que estos días he intentado priorizar en relación a los asuntos que más preocupan a la comunidad portuaria en términos generales, por eso no hablo de aspectos particulares o individualizados, porque una parte de la tarea del presidente es resolver conflictos o situaciones derivadas de relaciones individuales de los clientes o de los concesionarios del puerto contra la Autoridad Portuaria.

¿Y en cuanto a objetivos concretos?

Me ocupa ya uno, el de agilizar el sistema de facturación. Hay que explicar mejor a la comunidad portuaria los criterios que se siguen para aplicar determinadas tarifas. Otro asunto es el impulso que le debemos dar a las obras pendientes, léase ampliación del dique Reina Sofía o el contradique del puerto de Naos, en Lanzarote, o un tercer asunto, el impulso de los pliegos de condiciones para contratar los servicios portuarios, lo que se conoce de manera resumida como la tarifa plana. La reunión con el presidente Llorca del jueves sirvió para darle impulso.

Ha anunciado que su mandato girará en torno a la gestión del día a día, la estrategia comercial y los puertos 4.0. ¿Puede dar ejemplos concretos sobre cada uno de estos ejes?

Sobre el primero ya he expuesto algunos, como tarifas, pliegos y obras, pero como esos puedo poner otros muchos más: los problemas que tienen los transportistas en las terminales de contenedores, por ejemplo. El papel de la presidencia de la Autoridad Portuaria en la concreción de esos dos objetivos debe ser el de crear las herramientas de trabajo de toda la comunidad portuaria para alcanzarlos. El fortalecimiento de la estrategia comercial del puerto, o de los puertos, y preparar a la comunidad portuaria para la revolución industrial 4.0. Esos son los dos objetivos. No se trata de que yo me plantee per se conseguir determinados mercados o tráficos, o de que yo sea el que le diga a la comunidad portuaria que a partir de ahora vamos a conseguir los tráficos de determinados mercados o determinados clientes. El puerto tiene que dotarse de un músculo comercial formado por la aportación de todos los agentes económicos, por una visión unitaria donde cada especialista nos diga por dónde podemos crecer, y que de esa herramienta que yo sea capaz de coordinar surja el plan estratégico comercial del futuro.

¿Y en relación a los denominados puertos 4.0?

Lo mismo. Hagamos un diagnóstico de cuál es la situación que tenemos: ¿estamos preparados para esa revolución? ¿Cómo va a ser, en qué nos va a afectar? ¿Tenemos la actitud y la cultura, la mentalidad necesaria para absorber esos cambios? Todo eso va a significar la puesta en marcha de una dinámica de trabajo participada por todos. La Autoridad Portuaria tiene que jugar su papel de coordinador, de centrocampista repartiendo juego.

En estos días se ha reunido con las asociaciones de empresarios. ¿Qué propuestas o inquietudes le han presentado?

Algunas ya las hemos comentado. La necesidad más importante que he detectado en la gestión de lo cotidiano es la comunicación. Hay mucho que mejorar en esta materia dentro de la casa y de la casa a los operadores. Me propongo modificar y mejorar la percepción que tienen de las muchas decisiones que adopta esta casa y que a ellos les afectan. Ahí hay que mejorar en transparencia e información. Los clientes y usuarios tienen que percibir que son tratados como tal. A veces esa percepción no se produce y creo que mi obligación es mejorarla.

¿Cómo afronta la relación con la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife?

Con una primera oferta de colaboración sincera y real. Creo firmemente en la unidad de acción, por eso en la presentación hablé de que en la estrategia de desarrollo comercial y del 4.0 hay que tener una visión conjunta y capacidad de implicar a todos los agentes económicos para que vayamos en la misma dirección. Eso mueve montañas y tiene un efecto multiplicador extraordinario. El problema de las administraciones públicas en general es que dispersemos los recursos y los esfuerzos. Si somos capaces de alinearlos todos y ponerlos en una misma dirección somos imbatibles, porque estaremos multiplicando de manera exponencial nuestra capacidad de desarrollo. Esa es mi experiencia y me convicción, y eso es lo que voy a aplicar. Dicho esto, parte de esa estrategia tiene que ser compartida por Tenerife sin dejar de reconocer o de considerar que esos puertos y los de Las Palmas competimos por determinados clientes y por determinados tráficos. De la misma manera que en el ámbito de los cruceros somos complementarios y nos ayudamos, tenemos que ser capaces de descubrir cuáles son aquellos aspectos sobre los que necesitamos ponernos de acuerdo y unir esfuerzos para crecer y mejorar nuestra capacidad de influencia allí donde tengamos que ejercerla, y no dispersarnos unos por un lado y otros por otro. Y eso, compatibilizarlo con la competencia sana que yo creo que es buena para ambos. El mecanismo puede ser la especialización. Si hay diálogo y comunicación, si yo sé lo que quiere Tenerife y Tenerife sabe lo que quiero yo, podemos avanzar en la búsqueda de tareas en las que no estemos peleándonos de manera ineficiente.

El recurso por la parcela del Reina Sofía ha sido el primer problema al que se ha enfrentado en el consejo. ¿Espera una solución rápida o que llegue a los juzgados de lo contencioso?

Hay casos -y seguirán existiendo- en los que cuando un licitador acude a un concurso y pierde, se defiende recurriendo al considerar que la adjudicación ha sido errónea. Yo no descarto que la empresa que se siente perjudicada por esta decisión, o que en definitiva no ganó el concurso, ejerza esos recursos en el ámbito de lo contencioso y sobre eso solo puedo expresar respeto a que cada uno defienda sus intereses. Este es un asunto que me he encontrado pendiente solo de la decisión del Consejo de Administración y no conozco todo el procedimiento con el detalle que sería deseable. Aprecio que la Autoridad Portuaria tiene un alto nivel de litigiosidad y creo que no es bueno. Hablo de litigios de nuestros propios clientes contra decisiones de la Autoridad Portuaria. No solo en relación a adjudicaciones y concesiones, que son las menos, sino también por ejemplo recursos en materia de facturación. Por eso me he propuesto mejorar cuanto antes el sistema de facturación y que haya mejor comunicación, para evitar errores o recursos como consecuencia de que no se entienden los criterios que se han utilizado. Tiene que haber más transparencia por nuestra parte. No digo que no haya existido, sino que hace falta más capacidad de comprensión de los criterios para evitar que sigan produciéndose litigios y recursos que creo que son evitables.

¿Por qué hecho falta un cambio en la presidencia de la Autoridad Portuaria para que el presidente de Puertos del Estado volviera a La Luz?

Ayer el presidente de Puertos del Estado expresó su visión. Es evidente que se había producido un deterioro de las relaciones personales entre ambos. Yo no puedo conocer cuáles fueron las razones últimas que llevaron a esa situación, pero en la vida la falta de comunicación a tiempo crea situaciones dolorosas, a veces lo encontramos en nuestras propias familias. Solo puedo lamentar que esa situación no haya sido buena o beneficiosa para la situación de la Autoridad Portuaria. Sinceramente, yo tengo una magnífica relación con Luis Ibarra y también con José Llorca. Mi deber es aprovechar esa buena relación en beneficio de nuestros puertos, desatascar las cosas que estaban atascadas y agilizar las que iban más lentas. La experiencia, en todos los órdenes de la vida y en particular en la gestión de las instituciones, dice que debemos cuidar mucho la comunicación y las relaciones personales. Ante cualquier error, pedir disculpas; ante cualquier duda que pueda surgir, anticiparnos y explicarla bien, no dejar que nada se enquiste o que se empantane, porque eso termina deteriorando las relaciones personales. Espero ser consecuente con lo que digo.

En su visita a Lanzarote anunció que pediría al presidente de Puertos del Estado que financie la obra de Los Mármoles que en principio iba a pagar Europa, pero que finalmente se ha cubierto con fondos de la Autoridad Portuaria. ¿Ha logrado algún compromiso por su parte?

El compromiso es que hay 26 millones de euros con cargo a los fondos europeos. Había dudas, efectivamente, de poder destinarlos al dique de Los Mármoles. Lo que sí hemos garantizado es que esos millones van a ir a financiar el contradique del puerto de Naos y la prolongación del dique y en consecuencia los fondos europeos están garantizados para la financiación de estas dos obras. Es lo que puedo decir en este momento. Fuera de ese marco presupuestario, Puertos del Estado no tiene fondos disponibles para asignarnos a ninguna obra. Podemos tener la garantía de que estos 26 millones van a ir a financiar estas dos obras. En la próxima reunión que tenga con él espero abordar, con el plan de empresa del año próximo, las inversiones que se pueden poner en el horizonte y analizar todas esas necesidades. Es lo que puedo decir en este momento.

Hace poco quedó aplazada a petición del gobierno mauritano la firma de un acuerdo para realizar algunas descargas de pescado de aquel país. ¿Hay alguna nueva fecha?

Efectivamente, fue el ministro de Pesca el que nos pidió el aplazamiento, según me informó [el presidente de la Fundación Puertos de Las Palmas] Sergio Galván hace un par de semanas. Espero que muy pronto volvamos a ponerle fecha en la agenda, porque este asunto y el del grano, que son los dos grandes proyectos desde el punto de vista comercial que ya estaban sobre la mesa, vamos a intentar por todos los medios rematarlos. La pesca es de esas actividades que sería muy importante que lográramos recuperar. Tengo muy buena relación con Anacef y su gerente, José Ramón Fontán, y el otro día recordábamos los tiempos de esplendor de la pesca, los centenares de barcos que venían. Desgraciadamente, por razón de los acuerdos internacionales ha desaparecido y vamos a ver si somos capaces de aprovechar las oportunidades que se nos vayan presentando.

¿Con el proyecto de importación de grano ocurrirá lo mismo?

Sí, en junio hay un viaje previsto a Argentina, porque hay unas jornadas en Buenos Aires y tengo previsto acudir con algunos empresarios y con representantes de la fundación para cerrar el círculo de todas las gestiones que se han hecho en aquellos países.

Hace meses se anunció la intención de Hispania Petroleum de instalar una planta de suministro de gas natural licuado, pero aún no se ha iniciado el trámite de competencia. ¿Qué plazos contempla?

Es una de las reuniones que me gustaría celebrar en los próximos días, tanto en la casa como con los interesados. Yo sé que este asunto ha sido en algún momento polémico y hay personas que tienen dudas sobre la apuesta que debemos hacer sobre este nuevo sistema de energía. Ayer Llorca lo dijo y creo que no existe ninguna duda -quien las tenga tendría que disiparlas sí o sí- de que nuestro puerto no puede quedarse fuera de los nuevos sistemas de energía. Si nos quedamos fuera perderemos absolutamente nuestra posición, porque los clientes que en los próximos años utilizarán barcos a gas nos van a pedir ese servicio y si no se lo damos irán a otro puerto.

Dijo en el acto de presentación que Augusto Hidalgo ya no es su adversario político. ¿Tiene previsto reunirse con él para tratar asuntos comunes pendientes, desde el taller de reparación de megayates o los problemas de tráfico hasta el traslado de las naves humanitarias?

Evidentemente, claro que sí y además lo digo desde la más absoluta sinceridad. Mi tiempo va a ser al 100% en la Autoridad Portuaria y solo miraré en esta dirección; no voy a mirar de reojo a ninguna otra institución ni tengo en el horizonte político ninguna otra ocupación que no sea esta. Por supuesto que mi propósito ese que Hidalgo y yo no nos veamos como adversarios, sino todo lo contrario. Hay muchos desafíos. Ayer comenté uno pacífico y de consenso, como es la movilidad: resolver la salida de los coches del Puerto y de El Sebadal. La Autoridad Portuaria apretará por ahí. Vamos a preparar una agenda de trabajo. Ambas casas ya están trabajando de manera fluida y vamos a seguir así. Yo conozco a los técnicos de aquí y a los de allí y eso nos va a ayudar mucho.

En su presentación ya desveló su deseo de prolongar su mandato más allá del año justo que queda hasta el fin de la legislatura. ¿Qué plazo se da para ejecutar los tres ejes de los que hablaba al principio?

Este tiempo que queda hasta las elecciones yo tengo que verlo como una oportunidad, lo que significa que no puedo dormirme ni un solo día en la consecución de los objetivos, es decir, que no puedo perder el tiempo o jugar con plazos mucho mayores. Tengo un primer objetivo, que es el de presentar un balance altamente positivo a las elecciones, en la medida en que ese va a ser un punto -no porque yo me vaya a presentar- en el que habrá un primer examen que quiero aprobar con nota. Para eso tengo que hacer bien los deberes y ser eficiente. En cuanto a la gestión del presente, si todos los temas de la facturación, de las tasas y de las obras quedan totalmente resueltos y son una realidad, creo que habremos dado unos pasos significativos. También quiero dejar perfectamente ordenada la casa para que exista tanto consenso en la comunidad portuaria sobre la necesidad de estos dos instrumentos que, venga el que venga, no tenga la tentación de mirar hacia atrás, sino dejarle el trabajo ya completamente ordenado, porque el tiempo juega en nuestra contra.

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