Crear una ciudad más amable donde el coche pierda su carácter preferente. Este es uno de los objetivos de la Concejalía de Movilidad, dirigida por José Eduardo Ramírez, que estudia en estos momentos la posibilidad de peatonalizar varios tramos de siete calles en la zona de casas terreras del barrio de Alcaravaneras, como una manera de seguir avanzando en la idea de ganar poco a poco más espacios para caminar.
De momento es sólo un anteproyecto, aún en fase de elaboración, que contempla la creación de una minimanzana peatonal que estará rodeada por las calles Pío XII, Pí y Margall, Luis Antúnez e Ingeniero Salinas. El tráfico se dirigirá a las calles antes citadas y se eliminará en Víctor Hugo, Blasco Ibáñez, Italia, Alfredo Calderón Valencia, Alemania, y Bilbao, por donde sólo podrán circular los coches de residentes y comerciantes.
El autor del anteproyecto, el doctor arquitecto y urbanista especialista en áreas peatonales Héctor Machín, explica que está siguiendo el modelo de las supermanzanas de Barcelona, aunque a pequeña escala, y aclara que se ha elegido Alcaravaneras, en la zona más cercana al mar y a los túneles de Julio Luengo, por la "evidente necesidad de zonas peatonales que hay en el barrio".
"Se analizaron varios barrios y la carencia en Alcaravaneras era evidente", pese a la peatonalización de Mesa y López y Galicia y la creación del parque del Estadio Insular", señala Machín, quien añade que "se descartó la parte superior del barrio porque hay viviendas de mucho mayor altura y mayor densidad de población. La calle Pío XII establece un buen límite entre el este y el oeste del barrio y entendemos que la parte mejor para peatonalizar está al este de Pío XII, la más cercana al mar". En esta zona, indica, la población es menor y las viviendas tienen menos alturas, con un máximo de tres o cuatro plantas y tiene unas características más cercanas a un barrio tradicional. Carece además de "zona peatonal ni nada que se le parezca; ni una placita, y sus aceras son superestrechas".
Todo ello ha traído como consecuencia, resalta el arquitecto, que "los niños y la gente mayor desaparezcan del barrio, pese a que un 30% de su población es mayor de 60 años. Todas esas personas necesitan un espacio donde poder salir a la calle, pasear y poder sentarse tranquilamente. El proyecto intenta darle continuidad a las recién peatonalizadas Mesa y López y Galicia -a las que aún les quedan tramos en obras- con Alemania hasta llegar a Ciudad Jardín.
"Lo ideal sería que cada barrio tenga una zona peatonal concreta, una minimanzana, para que la conexión entre los barrios permita dar una continuidad al paseo por la ciudad. Lo normal es que podamos caminar cómodamente. El desplazamiento peatonal suele ser bastante incómodo porque nos dejan los peores sitios para caminar y a veces se convierte en una pequeña gymkana. Lo ideal es que en Alcaravaneras ese tema lo tengamos resuelto". Machín deja claro que su proyecto es sólo una propuesta que se presentará al Ayuntamiento y será Movilidad la que decida cuando lo hará y si se aplicará todo o en parte. El proyecto forma parte de la apuesta de Movilidad por aumentar las áreas peatonales y ciclables, apaciguar el tráfico y fomentar el transporte público. El arquitecto sostiene que la ciudad "ha cambiado más en los últimos cinco años que en los anteriores 25", aunque aún sigue a la cola del país en zonas peatonales.
