La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Puerto

La formación virtual llega a la estiba

El Centro Portuario de Empleo de Las Palmas imparte cursos con un simulador de grúas

Un trabajador realizando un ejercicio en el módulo de formación virtual sobre grúas. LP/DLP

El innovador sistema de capacitación, primero que llega a Canarias de este tipo, cuenta con una valoración positiva tanto de los trabajadores como de las empresas estibadoras 

La formación se ha convertido en un valor al alza en el actual mercado laboral. El Puerto de Las Palmas no es ajeno a esta realidad, por lo que cada vez son más las ofertas formativas en los diferentes sectores profesionales existente en el ámbito portuario. Conscientes de la necesidad y de las ventajas que supone contar con personal cualificado, el Centro Portuario de Empleo (CPE) ha hecho una apuesta innovadora, en este caso dirigida al sector de los gruístas dentro del grupo de estibadores.

Ubicado en las instalaciones de la empresa Gesport Atlantic, el CPE ha instalado un simulador de grúa virtual, el primero de esta índole en Canarias, en el que se ofrecen cursos tanto de para grúas portainers, aquellas que se ocupan de la carga, descarga y apilamiento de contenedores, entre el buque y el puerto, así como para grúas transtainers, orientadas a los movimientos y organización de los contenedores en dentro de la plataforma, aunque el programa se puede configurar para diferentes tipos de maquinarias.

Este sistema ha sido desarrollado por la Universidad Politécnica de Valencia y ha estado rotando durante tres años por diferentes puntos tanto de Europa como de España. De hecho, permaneció durante un año y medio en Vigo, y antes de llegar a la Isla, se usó para la formación de estibadores en el puerto de Cádiz.

Planes de expansión

El director de Operaciones y responsable de Formación del CPE, Jorge Perdomo, explicó que el acceso a esta formación «se establece a través de convocatorias internas», que cuentan con unos criterios de selección basados en parámetros como la edad, información médica, nivel de especialización (en referencia al número de carnés con los que cuente el trabajador), etc. La intención es que haya una diversificación de las funciones entre los trabajadores por lo que a la hora de elegir a las personas que se van a formar, se prioriza en «aquellos que no tengan la acreditación para poder trabajar en muchas funciones» para contar con una plantilla polivalente y que no haya «una descompensación» a la hora de configurar los equipos de trabajo.

El programa permite incluir efectos visuales y de audio para que los ejercicios sean lo más realistas posibles

decoration

La previsión desde el CPE es que puedan aprovechar este aprendizaje «entre 60 y 70 trabajadores» del Puerto de Las Palmas, confirmó Perdomo, así como cinco más del Puerto de Arrecife, en Lanzarote. La periodicidad en la impartición de los cursos se organiza en función de la demanda de las estibadoras. Si se cuenta con una previsión de operaciones «estable en un medio o largo plazo», no hay problema para desarrollar actividades formativas para cubrir las necesidades de personal.

En un futuro, se valora la opción de ofrecer esta formación a las principales plataformas africanas, apoyándose en los convenios suscritos, entre otros, con Casa África. En principio, este sistema estará a prueba hasta finales de año y dependiendo de las valoraciones sobre el rendimiento, el CPE podría plantearse su adquisición.

Un sistema «inmersivo»

El simulador, que está integrado en un contenedor, cuenta con una serie de ordenadores para impartir formación relacionada, y con una cabina con controles reales (como las que se pueden encontrar los trabajadores en las grúas del Puerto), colocada sobre una plataforma mecánica que proporciona las sensaciones de movimiento, y diferentes pantallas que abarcan el campo visual que se tiene desde lo alto de la grúa.

La principal característica es que tiene un carácter «inmersivo», por lo tanto ofrece la posibilidad de «incluir efectos visuales y de audio», durante el desarrollo del ejercicio. Perdomo subrayó que con este sistema se logra que los trabajadores «puedan afrontar supuestos que no es frecuente que se encuentren en la operativa», al menos, en Las Palmas.

Los gruístas se pueden ver inmersos en un escenario donde durante la descarga esté lloviendo, haya niebla, o sea de noche, por ejemplo. Uno de los ejercicios que más se suele trabajar, es el que se presenta con los efectos que producen los vientos alisios, por lo que se pueden programar rachas procedentes del noreste, o incluso de «viento sur», que es el escenario que más se suelen encontrar en el puerto capitalino.

Valoración positiva

La lectura del uso del simulador como método formativo es positiva tanto desde el punto de vista de los trabajadores como de las empresas estibadoras, ya que «se ahorra un promedio de más del 30 por ciento de tiempo» en el periodo de aprendizaje. Jorge Perdomo explica que los cursos no sólo están orientados para una formación inicial, sino que también «sirven como reciclaje» para trabajadores con experiencia.

En este sentido, las principales ventajas giran en torno a la mejora de habilidades y competencias, así como el hecho de que se desarrolla en un entorno seguro, sin peligro de accidentes, aunque sobre todo lo más beneficioso es que con el manejo de las condiciones en los ejercicios, «los alumnos se enfrentan a situaciones inesperadas (en ocasiones límites), que no se encontrarían cotidianamente» y aprenden los protocolos de actuación en cada caso, lo que hace que «ganen en confianza» a la hora de posteriormente desarrollar la labor en la realidad. La aplicación de la formación continua (ya que los trabajadores no tienen que dejar de formarse por motivos operativos) y aplicada a los aspectos específicos que necesitan mejorar los aprendices, se incluyen dentro de los aspectos positivos de este sistema.

La iniciativa estará en pruebas hasta finales de este año, aunque la idea es adquirir el módulo en propiedad

decoration

Para las estibadoras, el uso de un simulador, supone un abaratamiento de los costes de electricidad, «puesto que no tienen que poner en funcionamiento una grúa sólo para prácticas», más aún teniendo en cuenta la poca disponibilidad de máquinas cuando está funcionando la operativa. De igual forma, se aminora el número de roturas de contenedores durante las operaciones, lo que se traduce en un menor coste económico.

El fin último del proceso formativo es que los trabajadores logren ser más eficientes en todas las fases del proceso operativo, lo que conlleva una mejora sustancial tanto en la imagen del Puerto de Las Palmas, como en la calidad de los servicios ofertados. 

Compartir el artículo

stats