El ex presidente del Gobierno José María Aznar ha reconocido que en su etapa al frente del Ejecutivo central ordenó que se contactara con ETA, pero ha matizado que lo que no hizo fue "autorizar una negociación política", "organizar una guerra sucia", o "dar chivatazos".

En una entrevista concedida a TVE, Aznar ha apuntado que en la política antiterrorista "hagamos lo que tenemos que hacer" y "no volvamos a perder el tiempo" y, tras admitir que "por supuesto" que autorizó contactos con ETA, ha recalcado que no hizo ni "´gales´ ni faisanes".

Aznar se ha referido así al "caso Faisán" y ha dicho que es "gravísimo" que un Gobierno "sea simplemente sospechoso o pueda utilizar a mandos policiales para alertar a ETA y evitar una detención" policial.

También ha advertido de que uno de los problemas de España es que el Estado "se está deshilachando" porque "hemos cruzado una línea muy peligrosa". En este sentido, ha precisado que la nueva generación de Estatutos de Autonomía "no ha sido una buena idea" y ha insistido en que se ha "dejado de discutir la organización de la pluralidad para discutir lo común".

La guerra de Irak

Preguntado por la comisión independiente que investiga la guerra de Irak en el Reino Unido, ante la que comparecerá el próximo día 29 el ex primer ministro británico Tony Blair, Aznar ha querido dejar claro que hay "una diferencia fundamental" entre Gran Bretaña, que envió tropas a combatir, y España, que "no mandó un solo soldado".

"Ni un solo soldado de España estuvo ni un solo minuto en Irak sin el mandato de Naciones Unidas", ha aclarado el ex presidente español, quien ha insistido en que España dio "apoyo político para el derrocamiento de Sadam Husein, pero no se envió ni un solo soldado español a combatir".

Una aseveración que, a su juicio, ha constatado "oficialmente" el actual Gobierno de Zapatero en diversas respuestas parlamentarias, en las que admite que "evidentemente los soldados españoles estuvieron en una misión de estabilización, amparados por la ONU, junto con otras 50 naciones".

"Yo contribuí a derrocar a Sadam Husein, pero no mandé ni un solo soldado", ha reiterado, para precisar que, en cambio, España sí envió tropas para contribuir a derrocar a Slodoban Milosevic o al gobierno talibán en Afganistán.

Ha sido tajante al sostener que no se arrepiente de aquella "decisión política". "De contribuir a derrocar a Sadam Husein yo no me arrepiento en absoluto (...), de ninguna de las maneras".

Para el presidente de honor del PP, la situación en Irak es actualmente mejor que antes, aunque, en el caso de Afganistán, está "peor".

Actuación en Haití

"Enormemente impresionado", según sus propias palabras, por la tragedia de Haití, ha apreciado que la actuación de la ONU "ha sido manifiestamente mejorable", mientras que Estados Unidos tomó "una buena decisión" al enviar tropas.

Tampoco está satisfecho con la actuación de la Unión Europea en Haití, que ha tardado en tomar decisiones y, además, éstas han sido "un poco limitadas".

Al hilo de lo anterior, Aznar se ha referido al comienzo del semestre de Presidencia española de la UE, del que ha dicho que no figurará "entre los anales más brillantes de la política europea".

Tras desear a España "todos los éxitos" en este semestre, ha subrayado, sin embargo, que el país corre el riesgo "de estar mucho más cerca de Grecia" que entre los países más prósperos de Europa.

"Plantear las cuestiones en forma de sanciones económicas, que luego son sanciones morales, que luego vuelven a ser sanciones económicas y que, al final, se quedan en coches eléctricos, no es el mejor modo de empezar una presidencia", ha opinado.