El representante del Frente Polisario ante Naciones Unidas, Ahmed Bujari, se muestra desilusionado del papel de España en el proceso de independencia del Sahara Occidental.

Bujari señala que España "se mueve entre la promesa no cumplida, la indiferencia y la percepción de que no sabemos hacia dónde se dirige la diplomacia española para el norte de África".

El ´embajador´ está en Tenerife para participar en un seminario organizado por el Ayuntamiento de Güímar en colaboración con la Universidad de La Laguna en el que participarán activistas saharauis de los territorios ocupados.

Aunque Bujari afirma seguir esperanzado de que "España juegue un rol que no jugó en 1975 para conducir el territorio del Sahara Occidental a la independencia". No obstante, reconoce que "la esperanza sigue intacta, pero las manos están vacías".

De todas formas, el líder saharaui reconoce que, "de la convicción de que iban a jugar ese rol hemos pasado a ver que quizás hemos sido demasiado ilusos". "No queremos que la esperanza se convierta en una quimera", añade.

El Frente Polisario sigue manteniendo la reivindicación de que España "podría jugar un rol mejor que el de ningún otro país por la historia, la cercanía y el conocimiento".

MUNDO GLOBAL. Desde Nueva York, donde Bujari trabaja ante las Naciones Unidas, el trabajo de los saharauis se plantea desde el punto de vista de que "el que el Sahara consiga su independencia es una responsabilidad de la comunidad internacional".

"Naciones Unidas está llevando a cabo trabajos que no han podido lograr el resultado deseado", plantea. No obstante, "en este mundo global, hay algunos países que tienen mejores posibilidades que otros en que eso se cumpla".

Esos países con una importancia similar a la de España serían Francia y EE UU. "Francia es el principal valedor del colonialismo Marroquí en el Sahara Occidental", valora Bujari, mientras que "EE UU, con la nueva administración Obama, ha adoptado una posición más equilibrada que anteriormente".

Se da la curiosa circunstancia de que Ahmed Bujari estudió derecho en la Universidad de La Laguna. Para este diplomático, "volver a Canarias es como volver a casa".