La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La encuesta

La afición del Gran Canaria, entre el hartazgo y la lealtad al escudo

La parroquia amarilla señala a la directiva como principal culpable de la caída de la UD Las Palmas hasta el pozo de la clasificación

No son días fáciles si se siente a la UD Las Palmas en el pecho. El Estadio de Gran Canaria, en el último partido del equipo amarillo, ofreció una imagen penosa: solo 10.531 aficionados. El dato de afluencia al recinto de Siete Palmas fue el peor en esta etapa en Primera División con una grada triste, que osciló entre la resignación del descenso y el hartazgo de una temporada lamentable de su equipo.

Y entre esos dos estados de ánimo, el sentimiento por la UD Las Palmas, algo casi inquebrantable que es lo único que mantiene a gran parte de la hinchada fiel a su butaca del Estadio de Gran Canaria. La media de espectadores en esta temporada ha bajado hasta los 17.995 espectadores. Unos datos que contrastan con lo que se ha visto en las dos temporadas anteriores en la élite del balompié español. Porque el descenso en la media ha sido notable a falta de tres encuentros en casa. En el curso 2015/2016, la media se cifró en 21.248 espectadores, mientras que el curso pasado la cifra se quedó en 20.441 espectadores como promedio.

Un bajón que desde la grada se explica por el propio desencanto con el equipo, más que con el escudo, grabado a fuego para muchos, con los dirigentes amarillos. Son ellos los que salen señalados cuando se le cuestiona a la grada por quiénes son los culpables de que el equipo se marche a Segunda División sin apenas ofrecer resistencia en las jornadas finales.

Es el caso de Francisco Padilla, abonado de la entidad de 51 años, y que mira directamente al palco. "Para mí los culpables están en la gestión. Desde el principio de la temporada se hizo mal. Iba a venir el italiano y después no vino, se puso a Márquez de segundo plato y lo mejor que hizo, tal y como estaba la cosa, era dimitir", explica este aficionado galdense.

Pero además Francisco Padilla ve un claro déficit en la calidad de los futbolistas. "Se marcharon los mejores jugadores que teníamos y lo que vino está lejos del nivel que se suponía que debían tener. Se fue Roque, se fue Boateng, se fue Viera. Y lo que han traído...", comenta. Eso sí el año que viene "me abonaré".

Juan Peña, de 65 años, se volvió a enganchar hace un par de años con el abono, aunque lo había sido en campañas anteriores. "La clave para mí es la mala gestión de la directiva. Desde un principio no se consiguió dar con un entrenador y eso nos ha condenado", comenta desde su lugar en la Grada Curva.

Peña cree que la determinación con el técnico debió ser mayor. "Dieron palos con el italiano [en referencia a Roberto De Zerbi] para acabar con Manolo Márquez, después el primer Pako y ahora con este. Así no se puede", añade. Todo con un recado a los precios del carné. "A los abonados nos han sangrado. Un abuso", sentenció.

Sebastián Álamo, otro jubilado de la Grada Curva, también tiene críticas con los rectores de Las Palmas por el precio de las entradas y abonados, el principal motivo a su juicio para que el Estadio de Gran Canaria no haya conseguido una atmósfera de Primera. "Valía más tener unas gradas teniendo menos dinero en caja, pero sentir el calor de la gente", resume Álamo, socio del Real Club Victoria, uno de los padres de la UD Las Palmas.

Porque para Álamo no es lo mismo ver un "estadio lleno con la gente pegando chillidos", que lo que se vio ante la Real Sociedad, por ejemplo. "Se ha perdido el calor popular cuando más fácil lo tenían para conseguirlo ", sentencia.

Pero a pesar de eso, Santana seguirá fiel el próximo año en Segunda División. "Vendré por Las Palmas, por el escudo. ¿Si venía en Segunda B como no voy a venir el próximo año? Pero que se lo hagan mirar, que pongan precios populares", concreta.

Ariana Quintero, camerara de profesión de 40 años, se mantiene en la línea anterior. Porque por encima de todo se mantendrá pegada al escudo de la UD Las Palmas. "Mi sentimiento es desde pequeña y hasta la muerte. El próximo año volveremos al estadio, pero tienen que revisar muchas cosas", expone la aficionada.

Como en el refrán, para Quintero, ´lo que mal empieza mal acaba. "Empezamos mal y vamos a acabar mal. Esto no tiene remedio. Veo poca actitud en los jugadores. No solo se puede mirar a la directiva también a los jugadores y técnicos", resume.

El cabreo y el malestar tras las derrotas le dura a Juan Álamo, de 79 años y abonado de Tribuna, no se le va en varios días tras espectáculos tan dantescos como el del pasado sábado. "Se han hecho unos fichajes de recortes, no mantuvieron a los buenos jugadores y son todos retales. Eso es una ´sinvergüenzada´. Si gana Las Palmas tengo otro estado de ánimo, pero lo que estamos viendo aquí este año se hace muy duro", narra.

Cuestionado sobre si el año que viene se mantendrá en Segunda, la respuesta es negativa: se ha cansado. "Entre mi mujer y yo nos hemos dejado un dineral en Primera estos años", concreta, con un disgusto visible en su mirada.

Y en ese punto, Juan Álamo también señala a la directiva. "Lo más importante es tener a la gente contenta de alguna manera. No consiguieron hacer un buen equipo y encima los precios han sido altos. Se puede bajar, pero estas no son las formas", continúa explicando este veterano aficionado.

Edesio Navarro no tiene carné en posesión, pero ha acudido de manera habitual al Estadio de Gran Canaria durante la presente temporada. "El año que viene no quedará más remedio que volver una temporada más. Al equipo habrá que animarlo, pero no creo que me abone", sentencia con calma.

En su búsqueda de responsables sobre lo que ha pasado esta temporada, Navarro mira al banquillo. "El cuerpo técnico tiene bastante culpa de lo que ha pasado. No solo Jémez sino de todos los que han pasado", puntualiza.

Pedro Godoy se reenganchó este año a su butaca en el Estadio de Gran Canaria, aunque ya había sido abonado de la entidad en temporadas pasadas. Para él hay un momento donde todo se empieza a torcer. "Desde que Setién y el presidente empezaron a hacer la negociación pública todo ha sido un desastre. Esta temporada, con todos los cambios que han habido en la planificación empezando por los entrenadores como De Zerbi o Almirón, esto se veía venir", agumenta este aficionado aldeano. Todo para acabar con Paco Jémez la temporada. "Vino con una acitud un poco grotesca, creo que se equivocó con sus jugadores. Si quieres sacar el máximo rendimiento necesitas mano izquierda con casos como el de Rémy, una gran metedura de pata. No hay que hacerse el fuerte así", señala.

Godoy tiene un culpable principal: "el presidente que para eso es el máximo mandatario". Pero para él, Jémez también tiene ha quedado señalado. "Se quedó con lo que quiso y con eso debía afrontar lo que le quedaba, aunque tuvo alguna negra como lo de Emenike", sentencia.

Compartir el artículo

stats