-¿Cuáles son las fuentes de inspiración más importantes en el diseño de sus muebles?

-Mi principal fuente de inspiración ha sido siempre mi ciudad formada principalmente por la arquitectura colonial de Vegueta, el modernismo del barrio de Triana y el racionalismo arquitectónico de Ciudad Jardín. A esto habría que añadir el trabajo de diversos artistas grancanarios como el reconocido diseñador de muebles Juan Márquez y la arquitectura y diseños de Miguel Martín-Fernández de la Torre. Otras fuentes de inspiración son el art- decó y el estilo nórdico, entre otros. Mi estudio está centrando en diferentes épocas que van desde las vanguardias de siglo XX al mueble contemporáneo.

-Hay, por tanto, una mezcla entre tradición y modernidad en sus trabajos.

-Cierto, mi propuesta surge justamente de esta combinación de muebles que se adaptan a las necesidades actuales, con originales acabados y colores, creando piezas únicas y exclusivas. Mi objetivo en el futuro sería llegar a fabricar una línea de muebles de calidad y diseño creada y producida en su totalidad en Gran Canaria.

- ¿Cuál es la aportación más importante del diseño de Juan Márquez en su obra?

-Juan Márquez, junto a la aportación del arquitecto Miguel Martín, creó el primer mobiliario industrial moderno que se diseñó y se produjo en Las Palmas de Gran Canaria. Yo quiero aportar algo a esa historia. Quiero que haya esa identidad canaria a través de unos muebles contemporáneos en los que se puedan mezclar elementos. Él empezó a usar las lacas y las fornicas, aunque lo que sí es novedad en mis diseños es la utilización de la laca metalizada. Utilizo los espejos, que son líneas rectas y que pueden combinar perfectamente con muebles clásicos. A mí me encanta la mezcla. Y, desde luego, a mí me encanta utilizar la maderas.

- ¿Se ciñe a algún periodo concreto de la trayectoria de Juan Márquez?

-Me baso en el racionalismo de su obra para el estudio. Él llegó a tener una fábrica de hasta 1.500 empleados y hoy aquí las fábricas están todas cerrando. Yo creo que debe haber un estudio canario, porque si no, no vamos a salir de la crisis, ya que todo el mundo está comprando fuera y de nuestra ciudad nada. En 2001, se hizo en La Regenta y en Madrid, una exposición de sus muebles de tipo racionalista que acogía su producción de los años 30. Yo creo que las iniciativas creativas abarcan arte, cultura y economía y esto es una iniciativa contemporánea con el valor añadido de la identidad canaria.

- ¿Con esta muestra comienza un nuevo periodo en su carrera centrada en su labor como diseñadora?

- Si, desde luego. Yo llevo cuatro años con este proyecto, y aunque se hable de crisis, lo lanzo en estos momentos. Ahora esto es una firma, porque antes me adaptaba a las necesidades del cliente. Es como ir a una tienda y, como me gusta este mueble, lo compro. Es importante fomentar que hay que comprar cosas canarias.

- ¿Supone esto un nuevo paso importante en su carrera?

- Tras 20 años trabajando para mis clientes, quiero obtener aquí una buena producción. Yo estudié decoración y empecé a trabajar en la tienda Azualy hasta que me independicé. Al trabajar en una tienda de revestimiento fui captando clientes y eso me abrió muchas puertas. Mi despacho está ahora en la calle Viera y Clavijo, nº 11. Entres mis últimos trabajos, acabo de reformar hace dos año una casa de Miguel Martín con la arquitecta Beatriz Ruiz de La Torre.

- ¿En qué va a consistir la presentación de hoy?

-Será un modo de lanzar mi nueva firma llamada Blanca Esteva Gran Canaria. Será un cóctel para mis clientes, para que ellos vean el espacio. Será desde las 18.00 hasta las 22.00 horas. Es una revisión de los muebles de Juan Márquez que, con la aportación de Miguel Martín, crea el primer mobiliario canario moderno que se produjo en Las Palmas de Gran Canaria.

- ¿Y cómo definirá brevemente cada uno de los muebles de la exposición de hoy?

- Primero presento el Aparador Alameda, que tiene unas líneas rectas con un toque personal con líneas sinuosas en laca. No lleva tocadores, sino un sistema de pulsador que está muy bien. Luego está la Mesa Cairasco que es la mesa central, y es una combinación de laca metalizada con espejo ahumado, también con líneas rectas, pero con el rehundido, rompo un poco con los muebles cúbicos, de La Oca. Y luego está el Taburete Loló hecho en madera con tapizado, y que es muy ligero, y que se puede combinar y colocar en cualquier sitio. Y está la Mesa Muro en donde combino fornica con laca brillo. Los materiales son madera con tapizado, la laca normal, la metalizada, y la brillo con fornica. Son cuatro muebles, pero también presento un catálogo con doce en total.

- ¿Qué aspecto destacaría de toda esta obra que expone por primera vez?

-A mí me gustaría recalcar la canariedad que hay en todos ellos. Aquí, en Canarias, entra mucho dinero y se lo llevan a otros países, hay mucha gente hotelera que se van a comprar fuera. Nosotros tenemos una situación estratégica y por eso hay que fomentar este tipo de diseños. Se ha perdido esa industria de Canarias. Juan Márquez fue un pionero en el mobiliario moderno hecho en Las Palmas de Gran Canaria y yo quiero seguir su ejemplo. Tenemos que movernos y buscar otras cosas. En Canarias hay mucho intermediario y por eso aquí compramos muy caro. Cuando fue la posguerra empezaron a plantarse kilos de árboles para coger madera de aquí, y el barbuzano era una madera de aquí que ya no se consigue.