Propongo para el año próximo un debate público en un Curso de Verano en San Loenzo de El Escorial sobre la nueva TVE. En terreno neutral. Con carácter de foro. Con el espíritu de debate constructivo con que han sido planteados desde sus inicios todos los encuentros convocados por la Complutense en los últimos 30 años. Y es que el futuro de la televisión pública es complicado. Y que nadie piense que tras la consumación del cambio de etapa que se avecina todo van a ser buenas noticias.

Hace falta, en primera instancia, debatir el modelo de televisión pública que queremos y que el país necesita. Y para ello es imprescindible dejar muy clara la posición ante los audímetros y las cuotas de pantalla. Por supuesto que hay que perseguir conquistar a la audiencia. Pero no a cualquier precio. Cuando día sí día también consulto los gráficos con los diez programas más vistos del día o dela semana, la mayoría de las jornadas lo que predomina es un "azul Telecinco" que homogeneiza el ranking. Sí. Entre 'Supervivientes', 'Sálvame' y algún informativo, muchas jornadas Telecinco logra aupar cinco o seis de sus pro- gramas entre los diez más vistos del día de entre todas las cadenas. Eso es lo que el público gusta ver y es a ese país al que se enfrentarán los nuevos rectores de TVE.

Está claro que los actuales no han dado pie con bola a la hora de acertar con el público. Salvo 'Masterchef' y 'Operación Triunfo' en otoño, que ya aseguramos será un éxito, el camino de los últimos estrenos está sembrado de cadáveres. ¿Pero qué televisión queremos? ¿Cómo combinar la calidad con el interés? ¿El prestigio con el atractivo? ¿Lo debatimos en El Escorial? Nunca sería tan útil repensar la televisión pública como en la actualidad.