El tenista español Rafa Nadal reaparece por partida doble en Río de Janeiro de vuelta a unos Juegos Olímpicos tras perderse la cita de Londres 2012 y en su regreso a las pistas después de dos meses de baja por una lesión de muñeca, cita brasileña en la que estará acompañado por una importante representación de la Armada.

Nadal llega a Río preocupado por las condiciones físicas a las que llegará al máximo evento deportivo. El medallista de oro en Pekín 2008 se retiró de Roland Garros por una lesión en la muñeca y posteriormente se perdió Wimbledon. "No voy a estar en el mejor nivel en ninguna de las categorías", dijo Nadal a periodistas después de llegar a Brasil. "No he competido durante dos meses y no he entrenado mucho. Voy a entrenar unos días aquí para ver lo que puedo hacer y luego decidir qué es lo mejor, lo más positivo para mí y para el equipo", añadió el balear.

Con los plazos de su recuperación muy justos, Nadal viaja a Río en el tramo final de su puesta a punto. El balear apura hasta el último día para afrontar con el máximo de garantías el reto enorme de volver a colgarse una medalla. El pasado 26 de mayo, en segunda ronda del grande francés, el de Manacor disputó su último encuentro. Su ausencia en las pistas no sólo condicionó su presencia en Río.

Y es que el balear volvía a disfrutar del tenis por aquel entonces, tras un 2015 complicado que logró enderezar en su tramo final. Angustiado mentalmente por recuperar su mejor versión, el balear no tiró la toalla, trabajó y buscó una continuidad que no llegó hasta este año en la gira europea de tierra.

Los títulos en Montecarlo y Madrid, la oportunidad de mirar a los ojos a Novak Djokovic en Roma pese a la derrota, confirmaron la vuelta a primera línea del 14 veces campeón de Grand Slam. En su escenario preferido sin embargo, el nueve veces ganador en París sufrió el mayor mal del deportista profesional, la lesión.

Desde entonces, Nadal renunció a cada torneo, incluido Wimbledon, para llegar a Río, donde el campeón olímpico en Pekín tendrá el desafío de volver a competir y hacerlo en el marco de exigencia de unos Juegos, con el indomable Novak Djokovic o el vigente campeón Andy Murray como principales favoritos.

Un cartel olímpico que sufrió a 10 días del torneo la sensible baja de Roger Federer. La del suizo fue por motivos físicos, dando por terminada la temporada para recuperar su rodilla izquierda. En cambio, hasta 8 jugadores del Top 20 de la ATP han renunciado a Río, por el virus del Zika y por un calendario en el que anteponen el Abierto de Estados Unidos.

Nadal forzará la máquina para estar también en el dobles, junto con Marc López, y en dobles mixto, con Garbiñe Muguruza. La Armada la completan David Ferrer, Roberto Bautista, Albert Ramos, Carla Suárez y la pareja de dobles femenino de Anabel Medina y Arantxa Parra. Pese a jugarse en pista dura, el tenis español tendrá serias opciones de desquitarse de Londres, donde se cortó una racha de metales que empezó en Seúl 1988. En Londres, Ferrer, que no está en su mejor año, fue el mejor formando pareja con Feliciano López, con el que se quedó muy cerca de la final. Ahora, competirá con Suárez en el mixto y con un Bautista al alza en el dobles masculino, mientras que la canaria formará con Muguruza. Parejas con poco o nada rodaje que buscarán la sorpresa. La hispanovenezolana es junto con Nadal el otro nombre propio del equipo español, más si cabe tras su triunfo en el mes de junio en Roland Garros, el primer grande de su carrera. La número cuatro del mundo tendrá sin embargo que afrontar su debut olímpico desde una seria inactividad tras aquella conquista histórica. En la capital de Francia, Muguruza dio un golpe en la mesa tras un arranque de curso complicado de enderezar y con el espejo de un 2015 de irrupción con grandes resultados.

Tras ganar a Serena Williams en París, la tenista nacida en Caracas cayó en su estreno en Mallorca y en su segundo encuentro en Wimbledon. En la antesala a Río, Muguruza no pudo saltar a la pista en Montreal por una gastroenteritis. Un balance de una victoria en dos meses que la sitúan como a Nadal ante el más difícil todavía, sin dejar por ello de soñar con una medalla tanto en individual como en los dobles donde formará una pareja potente tanto con Nadal como con Carla Suárez. La tenista canaria es otra opción para llegar lejos en el siempre imprevisible circuito femenino. La de Las Palmas, cuyo talento predomina sobre su físico, ya ha demostrado de lo que es capaz si está a su nivel y no renuncia a nada, al igual que dos expertas doblistas como Medina y Parra.

Anabel Medina vivirá en Río de Janeiro sus cuartos Juegos Olímpicos y lo hará en la categoría de dobles con Arantxa Parra, en un proyecto que estrenaron en la edición de Londres y en el que ve bastantes similitudes con el que tuvo hace años con Vivi Ruano, que le condujo a la medalla de plata en Pekín 2008.

"En esfuerzo y tiempo ambos proyecto se parecen. Con Vivi fue una apuesta muy fuerte. Estuvimos dos años trabajando juntas para poder llegar con opciones de medalla y conseguimos el objetivo con la plata. Para Londres, nos juntamos muy justitas y unos Juegos hay que prepararlos con tiempo y no pudo ser. Ahora llevamos un año y medio luchando por clasificarnos y ya estamos ahí y con mucha ilusión", afirmó Medina.