El canario Rayderley Miguel Zapata, un gimnasta tardío, apadrinado por el triple medallista olímpico Gervasio Deferr, nacido en Santo Domingo pero crecido y formado en Lanzarote, afronta desde el sábado el mayor reto de su carrera: confirmar en Río que es favorito al podio en la disciplina de suelo.

Bronce en el último Mundial, campeón de los Juegos Europeos en esa disciplina, trasladar esos resultados a los Juegos Olímpicos no será fácil. Tan ajustada está la lucha, que Zapata y el seleccionador Fernando Siscar han descartado participar en cualquier otro aparato para concentrarse solo en el que tienen posibilidades.

Ray, de 23 años, pasa las últimas horas "tranquilo, centrado en los entrenamientos oficiales y deseando empezar a competir", señalan fuentes del equipo. El primer paso es primordial: debe obtener el sábado en la ronda de clasificación una de las ocho mejores notas en suelo para pasar a la final del día 9. Le favorece que solo se admite a dos gimnastas por país. Una vez en la final puede pasar cualquier cosa.

Zapata tiene muchos planes si gana una medalla: comprar casa, cambiar de coche, hacer un viaje... Pero sus fantasías se quedaron en la consigna de la T4 de Barajas. Ahora solo piensa en clasificarse para la final y, luego, "a ver qué pasa". Su rival más temible es el japonés Kenzo Shirai, de 19 años, campeón mundial de suelo en 2013 y 2015. "No hay por dónde cogerle, pero lucho por ganarle", indica.

En los Mundiales de 2015 se coló en el podio entre Shirai y Zapata el británico Max Whitlock, otro superespecialista. Lo mismo que el chino Deng Shudi, el cubano Manrique Larduet o el chileno Tomás Gozález. Todos ellos podrían estar en la final olímpica de suelo.

La confianza de Carballo

El presidente de la Real Federación Española de Gimnasia, Jesús Carballo, se mostró "ilusionado" por la posibilidad de que Ray Zapata y el conjunto de rítmica completen con alguna medalla su participación en los Juegos "Para Ray son sus primeros Juegos pero el nivel deportivo lo tiene para luchar y estar arriba. En el tema de la gimnasia rítmica hay cinco o seis países separados por pocas décimas y va a depender más de cómo lo hagan ellas", analizó.