En condiciones normales, Rafa Nadal sería una de las 17 opciones de medalla que los estudiosos adjudican a la expedición española en Río de Janeiro. Ese fue el número de metales que España logró hace cuatro años en Londres, donde el tenista balear no pudo competir por lesión. Los problemas físicos también han estado a punto de alejarlo de Brasil, pero Nadal es un entusiasta del espíritu olímpico. Lo disfrutó en Pekín, con el añadido de la medalla de oro, y era consciente que estos Juegos eran su última oportunidad. Y estará en el estadio de Maracaná esperando la orden para encabezar como abanderado el desfile del equipo español en la ceremonia inaugural que empezará a las 23.00 horas.

Toni Nadal, tío y entrenador del número 5 del mundo, esperaba un sorteo favorable para que Rafa tuviese opciones de llegar lejos en el torneo olímpico individual. Y de momento no le ha ido nada mal, ya que en su primer partido, el sábado, se enfrentará al argentino Federico Delbonis, número 45 del ranking ATP y al que ha ganado en sus dos últimos enfrentamientos, ambos sobre tierra batida. Los emparejamientos de los otros tenistas españoles fueron David Ferrer-Denis Istomin, Roberto Bautista-Andrey Kuznetsov, Albert Ramos-Kei Nishikori, Garbiñe Muguruza-Jelena Jankovic y Carla Suárez-Ana Ivanovic.

En el tenis puede tener España un buen semillero de medallas, sobre todo si Nadal y Muguruza están al nivel que les ha llevado a los primeros puestos del circuito. El equipo olímpico español está integrado por 306 deportistas, con lo que se sitúa como el cuarto país europeo con mayor representación, sólo superado por los de Alemania, Francia y Gran Bretaña.

Además de Nadal y Muguruza, varios nombres propios marcan las esperanzas de éxito de España en Río de Janeiro. Es el caso de la nadadora Mireia Belmonte, de la jugadora de badminton Carolina Marín, de los piragüistas Saúl Craviotto (en línea) o Maialen Chourraut (slalom), o de atletas como Ruth Beitia (salto de altura), Miguel Ángel López (20 kilómetros marcha) o Orlando Ortega (110 metros vallas). También hay fundadas esperanzas en deportes de equipo, con tradición en los Juegos, como el waterpolo, baloncesto y balonmano.