El español Marcus Cooper Walz, campeón olímpico en la prueba de K1 1.000 metros de piragüismo, declaró tras su éxito que fue "la carrera de mi vida". "Estoy alucinado", reconoció este mallorquín de adopción. Ya con el oro al cuello, el palista reconoció que no descartaba una presea en la carrera de ayer, pero recordó que consiguió su billete a Río "por los pelos" en el Preolímpico y que en la semifinal quedó "muy tocado" y "casi" no consigue meterse en la final.

El balear dijo que sus objetivos de lograr medallas en los Juegos Olímpicos se los planteaba "a largo plazo" y tenía en mente que podría conseguirlos en Tokio 2020, a la espera que se incluya en el programa las regatas de 500 metros, que son su especialidad.

El palista nacido en Oxford, que se mudó a Mallorca siendo un niño, recalcó que "siempre" se ha sentido español y es "de corazón español", aunque sólo adquirió la nacionalidad el año pasado, porque era un requisito indispensable para poder representar a España en los Juegos Olímpicos de Río.