La saltadora de altura Ruth Beitia tendrá ocasión, este sábado, de luchar por ver realizado el único sueño que le queda por cumplir en 27 años de carrera, la medalla olímpica, tras pasar a la final con una marca de 1,94, exactamente la requerida para acceder a la lucha por el título. La atleta cántabra, que considera "un regalo de la vida" poder disputar por cuarta vez unos Juegos Olímpicos, renunció a 1,80 para debutar en 1,85. Luego superó limpiamente la vara en 1,89 y 1,92. Con esa trayectoria, todo saltado a la primera, ya estaba virtualmente en la final, pero dada la cantidad de atletas que seguían en liza, Beitia aún tuvo que atacar los 1,94, la marca de acceso directo. Efe