Saúl Craviotto y Cristian Toro sólo comenzaron a sentir que tenían posibilidades de medalla hace tres meses. Ambos se juntaron en noviembre pasado sin muchas aspiraciones. Tras grandes dificultades y de no haberse clasificado directamente paraRío 2016, comenzaron a sentir que eran competitivos cuando alcanzaron el primer lugar en el Preolímpico de Duisburgo (Alemania) en mayo.

"Cuando empezamos no imaginábamos que podíamos alcanzar medalla. Después de Duisburgo y de la Copa del Mundo, ahí las cosas comenzaron a pintar bien, a oler bien, pero nunca pensamos que íbamos a ganar de esta manera", afirmó el experto Saúl Craviotto.

Pese a sus éxitos, este palista de 31 años no pierde su sencillez y avisa que la próxima semana retomará su rutina en la Policía Nacional: "La semana que viene, cuando vuelva a Gijón, estaré patrullando. En cinco o seis días estaré haciendo rondas por las calles", afirma.

Toro, el segundo gallego que cosecha un oro al lado de Craviotto, coincide en que sólo se dieron cuenta de la posibilidad de medalla hace tres mese: "Cuando empezamos a montar nos dimos cuenta de que el barco era muy bueno y sabíamos la velocidad que podíamos alcanzar, pero creo que sólo imaginamos esto (el oro) cuando cruzamos la meta en el Preolímpico de Duisburgo y vimos que estábamos a nivel de pelear por una medalla", relata el rutilante campeón olímpico tras el éxito logrado.