España se reencuentra este viernes en Río de Janeiro con el muro de Estados Unidos, una pared inaccesible que no pudo escalar ni en Pekín 2008 ni en Londres 2012, a pesar de intentarlo con todas sus fuerzas y llegar a poner en aprietos al poderoso Team USA, en ambas ocasiones en la pelea por el oro olímpico. Esta vez el choque más esperado en la última década en el mundo del baloncesto será solo por alcanzar el partido definitivo. Una cita un peldaño atrás para los dos equipos que han dejado claro en Arena Carioca 1 ser los mejores de los dos grupos.

Pero la ÑBA no hizo los deberes en el arranque y las dos derrotas agónicas frente a Croacia y Brasil, dos equipos ya eliminados, han lastrado las excelentes sensaciones mostradas en los tres últimos encuentros. Así, terminó segundo de grupo y, como castigo, tendrá a Estados Unidos en el cruce de semifinales.

Prudencia con Pau

La selección española llega a este encuentro con su máxima estrella entre algodones. Pau Gasol con una contractura en el gemelo, será duda hasta última hora. El pívot catalán no quiere perderse el choque, pero desde el cuepo técnico no quieren arriesgar. "Tenemos dos partidos por delante y por lo menos uno de ellos debemos ganarlo, por lo que seremos prudentes", señaló Sergio Scariolo en rueda de prensa.

No obstante, los chicos de la selección están contentos, casi eufóricos, por las prestaciones mostradas ante rivales de la entidad de Lituania, Argentina y Francia. Tres triunfos arrolladores y con guarismos de paliza: 109-59 a los bálticos, 92-73 a los albicelestes y 92-67 a los galos.

Pero más que esos 94 puntos de diferencia a tres combinados que llegaron a Río con sueños de metal, lo que ha impresionado de la ÑBA ha sido la incontestable manera de conseguirlos. Lituania no llegó a tener opción, Argentina sorprendió con un 0-8 de salida, pero ahí se quedó y Francia solo aguantó el primer cuarto (19-16) antes de ceder en el segundo (43-30) y ver imposible el choque a partir del tercero. Niko Mirotic y Rudy Fernández están siendo decisivos en estos últimos partidos aprovechando desde la línea de tres los espacios que genera un Pau Gasol.

No tan buenas sensaciones ha dado el combinado de estrellas NBA, claramente a menos en la primera fase y más contundente en cuartos ante la brava, pero escasa de efectivos, veterana y cansada selección Argentina.

Hasta tres equipos han llegado a discutirle el triunfo a los de Mike Kzryzewski, superados por momentos por Australia hasta la aparición de Carmelo Anthony (88-98); a punto de llegar a la prórroga frente a Serbia, que gozó de un triple sobre la bocina de Bogdan Bogdanovic para empatar (94-91); y apurado por Francia con un otro triple sobre el pitido final de Antoine Diot que sí entró. También Argentina le incomodó unos minutos en cuartos (9-19), pero rápidamente puso las cosas en su sitio y para el segundo cuarto habían resuelto el problema (35-21 en el minuto 12).

Kevin Durant, Carmelo Anthony y Kyrie Irving está siendo el trío que lidera el doce del Coach K, con DeMarcus Cousins y DeAndré Jordan como jugadores claves en la pintura y buenos partidos también de Paul George y Klay Thompson.

Un gran equipo, quizás menos impresionante que otras veces, pero más que favorito para el oro. Aunque si a algún rival se le concede la opción de ganarle es al de Gasol y compañía que este viernes tendrá su oportunidad. Un partido con tintes de final en el que se cruzan dos equipos con un mismo objetivo. Estados Unidos parte como favorita, mientras que los españoles se quitan la presión y señalan que no tienen miedo a nada. Pues si otros equipos han estado a un paso de ganarles España busca saldar sus cuentas.