La nadadora española Mireia Belmonte, doble medallista en Río de Janeiro 2016, ha dicho que espera estar presente en los Juegos Olímpicos que se celebrarán dentro de cuatro años en la ciudad japonesa de Tokio.

"Espero llegar", ha manifestado Belmonte, quien en Río sumó a sus dos platas de Londres 2012 una medalla de oro en 200 metros mariposa y otra de bronce en los 400 metros estilos.

Con cuatro metales en dos Juegos, para Mireia "sería un honor" ser la abanderada española en Tokio, "pero el listón ha subido muchísimo y cualquier deportista sería apto para ello", ha matizado.

La nadadora catalana ha hecho estas declaraciones esta tarde en el aeropuerto de El Prat, adonde ha aterrizado tras regresar de su experiencia olímpica.

"Estoy muy contenta y muy agradecida por este recibimiento y por el cariño de todos. Ahora tengo ganas de estar unos días en casa, relajarme con los míos y celebrarlo", ha manifestado.

Para Belmonte, conseguir por fin el oro olímpico es "un sueño cumplido" que tenía desde pequeña. "Tenerlo ahora en las manos es una cosas especial", ha destacado.

Por su parte, una "feliz" Ruth Beitia, "abrumada" por "todo el cariño de su gente", ha llegado al aeropuerto Seve Ballesteros-Santander pasadas las ocho de la tarde, donde ha sido recibida por medio millar de personas que se han acercado hasta la terminal para recibir a la campeona olímpica.

Ruth Beitia, recibimiento de altura en Santander

Ruth Beitia, recibimiento de altura en Santander

Beitia ha tardado media hora en "hacer el paseíllo" que aficionados, entre ellos muchos niños, le habían preparado y, durante el recorrido, interrumpido a cada paso por el cariño de la afición, ha repartido besos y abrazos, firmado autógrafos y no ha parado de hacerse fotos.

A ritmo de pito y tambor, el del dúo Los Peralos de Cabezón de la Sal, y de fondo, las voces del Coro Ronda Altamira, la medallista olímpica ha saludado "muy emocionada" e, incluso, ha saltado mientras la gente coreaba "campeona, campeona".

Tras posar sin descanso, tanto para las cámaras de los aficionados como para las de los medios de comunicación, y siempre con una gran sonrisa, Ruth Beitia ha reconocido a los periodistas que "tenía muchas ganas" de llegar a Santander y, aunque el recibimiento en Madrid, ha sido "espectacular, como éste ninguno", ha dicho.

Mientras tanto, la jugadora española de bádminton Carolina Marín, flamante campeona olímpica en Río de Janeiro, ha explicado a su llegada a Madrid que todavía no es consciente de su logro y que cree que no lo será hasta el día que llegue su retirada.

Nuestros olímpicos ya están en España

Nuestros olímpicos ya están en España

"Estamos cansados del viaje, pero sobre todo contentos de estar ya en España otra vez, en nuestra tierra y arropada de esta maravillosa gente. Todavía no me creo que sea campeona olímpica. Yo creo que hasta el día que no me retire y sea consciente de toda mi carrera deportiva no podré creérmelo", valoró Marín ante la prensa nada más aterrizar en Barajas. La medallista colgó una foto en la cabina del avión junto a Ruth Beitia:

Además, la onubense quiso agradecer a la afición española por su apoyo durante los Juegos recién acabados. "Quiero darle las gracias a cada una de las personas que me ha estado apoyando desde España. Cuando estás en la pista sientes todo ese empujón de la gente, así que muchísimas gracias", añadió.

Otro de los deportistas que ha llegado entre vítores ha sido el también campeón olímpico de K2 200, Saúl Craviotto, que portaba una bandera de la Policía Nacional. Craviotto ejerce como agente del cuerpo en Asturias.

Cooper Walz intentará repetir el oro en Tokio

El español Marcus Cooper Walz, reciente campeón olímpico en K1-1000 metros gracias a un espectacular final de prueba en los Juegos de Río de Janeiro, ha asegurado a su llegada al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas que está "en una nube" por ese éxito y que trabajará para "intentar repetirlo" en Tokyo 2020.

"Lo llevaba muy bien preparado desde casa. Llevaba toda la temporada pensando en ese tercio y al final la competición es muy fácil, te sale lo que has entrenado y al final me ha servido para ganar el oro. Ahora solo me queda el intentar repetirlo", aseguró a los medios.

"Es una grandísima alegría sobre todo porque no me lo esperaba, ni clasificarme casi para Río. Ha sido una pasada, he hecho el mejor 1.000 metros de mi vida y al final ha servido para ganar el oro. Estoy contentísimo, en una nube", reconoció sobre la sensación que todavía tiene tras colgarse el oro.