El alcalde Zerolo -de profesión sus seducciones- cesó ayer a su socio consorte, Ángel Llanos, amparándose en unas declaraciones que éste realizó al periódico de la patria, respondiendo precisamente a otras del propio Zerolo. La cosa es que -apenas 24 horas antes de ser cesado de todos sus cargos, canonjías y sinecuras municipales- el pringadillo de Ángel Llanos seguía asegurando que el alcalde le había dado garantías de que todo iba bien. Garantías de Zerolo, je, je...

Lo más asombroso de esta crisis estival, calcada cual clon de aquella otra con la que Zerolo despachó hace una decena de años a Guillermo Guigou -entonces mandamás del PP en tierra chicharrera y también vicealcalde merced a un pacto con el PP-, es que Zerolo vuelve a demostrar que tiene a todos los concejales en el bolsillo, y los dirige con arrogante maestría, como si fueran los músicos de su privada orquesta de cámara. Empezando por el socialista Corrales, que es quien le ha puesto en bandeja al alcalde el cese de Llanos.

En efecto, tras las declaraciones de Llanos asegurando que no es bueno que, de los cuatro partidos del grupo de gobierno, tres tengan a concejales imputados por la Justicia", Corrales exigió a Zerolo su inmediata dimisión. Ustedes se preguntarán qué puede preocupar al secretario general socialista el que Llanos diga una obviedad que el mismo Corrales podría haber suscrito sin cambiar ni una coma. Pero en la Casa de los Dragos pasan cosas tan misteriosas como ésta, o como que el jefe de la oposición se preocupe de lo que sus socios le digan al alcalde. Pues eso, que pidió a Zerolo que cesara a Llanos y se ofreció muy muy discretamente para trabajar por la ciudad. Otra vez de oferta, el PSOE.

Lo que está pasando en Santa Cruz podría ser malévolamente definido como 'la crisis de los 75.000 euros', que es lo que cobran los concentrados Nacho González, Ángel Isidro Guimerá y Guillermo Guigou y lo que aspira a cobrar algún socialista por los servicios prestados.

Conocer a Zerolo es casi imposible, es un político muy hábil, con gran capacidad de seducción y muy escurridizo. Pero aún sin conocerlo demasiado, me juego la paga de vacaciones a que no se habría atrevido a cesar a Ángel Llanos sin tener la certeza de que el PSOE no intentaría un acercamiento al PP. ¿Cómo tener esa certeza? No hay más que leer las declaraciones de Corrales.

En fin, que es la segunda vez en menos de un año que Zerolo vuelve a mangonear al PSOE. Con el Gobierno de Concentración, se salió con la suya y dejó a los socialistas instalados en el peor de los ridículos. Y ahora repite la misma jugada. No es muy imaginativo, pero hay que reconocerle que maneja con acierto las debilidades ajenas.