Hay que ver. Hace unos meses coincidieron en las librerías dos estupendas biografías. La primera la firmaba Patrick French bajo el título El mundo es así. Mostraba el lado más oscuro del premio Nobel de Literatura V.S. Naipaul. Si uno se deja llevar por el torrente de imágenes y la brillantez de los libros de este escritor, apenas alcanza a sospechar la mezquindad y ruindad que esconde como persona. Alguien que uno no querría tener como amigo, a pesar de sus espléndidas obras.

La otra biografía es, si cabe, aún mejor. Dibuja la vida de la escritora americana Patricia Highsmith. Los que hayan leído Extraños en un tren o la serie de Ripley no se pueden resistir a ese lenguaje pulido como brillante que ahonda en el interior del ser humano. Sin embargo, la vida de esta autora no puede ser más oscura y malvada.

Cualquier turista que llega a Canarias tampoco se puede imaginar que detrás del sol y las maravillosas playas que salpican sus costas existen casi 300.000 parados. Cada uno de ellos con un drama diferente, con una tragedia diaria que parece no tener fin. A veces tiene uno que mirar mejor el mundo para ver.