Samir Delgado, David Guijosa y Acerina Cruz son tres nombres de la nueva literatura que se escribe en las islas, por su disponibilidad y su ambición están llamados a hacer buenas cosas. Estos tres titulados universitarios participaron en una curiosa velada literaria en el Centro Cultural Maspalomas. La poesía incrustada en la ciudad turística, la poesía leída desde hamacas por poetas que son turistas, turistas que son poetas. Islas de entrada y salida, nada menos que doce millones de visitantes previstos en este año 2011. Son tres registros literarios para contar el mestizaje, la diversidad idiomática y las vivencias generacionales. Siempre hemos dicho que Canarias es mucho más que un territorio donde el whisky es barato, las playas son buenas y las mujeres son guapas. A las islas las hemos analizado nosotros mismos y también las han descrito los forasteros. Acerina Cruz, residente en Maspalomas, piensa que nacer y vivir en una ciudad turística es "espectacular" porque puedes conocer una multitud de culturas: Mira el cielo. / Concentra la mirada / en el movimiento / de las nubes. Síguelas / van de tu casa a la mía. David Guijosa, un canario-sueco bilingüe comparte con ella una visión lúdico-irónica sobre el turismo y sus circunstancias: Cada semana / debo olvidar tu voz, / cara, piel, besos. Evaporados. La palabra de Samir es combatiente y juguetona: Con la amanecida varios grupos de turistas sajones / alcanzaban con fatiga las cumbres kilométricas de la isla. Curtido en múltiples iniciativas, este canario-libanés es un reciente licenciado en Filosofía, un promotor cultural libre y comprometido. Nos gustó escuchar estas tres voces nacidas en la generación de los 80 que han confluido ya en diversas entregas, el Hotel Madrid, el Centro Comercial Yumbo. Desde los tiempos de Alonso Quesada hasta los de Orlando Hernández, con Catalina Park, el turismo circula por toda nuestra realidad y la literatura intenta reflejarlo. Las ciudades turísticas propician la creación vertiginosa. Los tres se proponen repetir en Bruselas, donde un centro canario funciona como embajada cultural.