El Instituto Astrofísico de Canarias se ha lanzado hacia los espacios siderales en busca de planetas gemelos de la Tierra. Según anuncian sus investigadores, ese proyecto va dirigido a descubrir clones similares en tamaño y condiciones a las del globo terráqueo, este que habitamos los humanos, a fin de estudiar su evolución y prever nuestro futuro. Esto es lo que dicen y pretenden lograr los científicos, tal como se recoge con detalle en esta misma edición de nuestro periódico.

Pero puestos a aportar nuestro humilde granito de arena frente a labores de tal magnitud y trascendencia, sugiero que nuestras mentes más preclaras inicien un estudio paralelo sobre cómo aprovechar al máximo esos nuevos planetas hermanos. Si los telescopios del IAC los encuentran y se ratifican sus condiciones de habitabilidad para la raza humana, ¿qué se puede hacer en esas inmensas masas de tierra virgen? ¿Enviamos a los especuladores, vendedores y urbanizadores de suelo? ¿Y detrás de ellos, quizá, a los poderosos que se inventan y sustentan las crisis, para preparar rescates y bonos basura? ¿O acaso a los políticos, para aliviar la Tierra de tanto inepto y demagogo? Puestos a ello, que se vayan todos juntos. Gracias, IAC.