El sistema económico asoma su auténtico rostro y muestra su extrema crueldad, además de la insensibilidad de los políticos colocados por los poderes fácticos, cuando el 25% de los niños españoles menores de 16 años sufre malnutrición, según fuentes de Europa Press, porque muchas familias no puedan comprar carne, pescado y fruta para alimentar a los más pequeños, mientras en los Presupuestos Generales del Estado de 2011, prorrogados para el 2012, se contemplan casi 13 millones de euros para cenas y comidas en restaurantes de altos cargos y obsequios a diferentes personajes del mundo de la política nacional e internacional; 12,875 millones de euros para agasajar a invitados de los responsables del Estado, incluidos los ministros.

Alrededor de 40 millones en salarios de ejecutivos gubernamentales, 14,6 millones para altos cargos del Ministerio de Justicia; 702,6 millones como "incentivos al rendimiento", que incluye horas extras, gratificaciones para completar las nóminas de una élite de empleados públicos, de los cuales la mayor proporción corresponde a las carteras de Interior y de Defensa de 391,8 y 158,3 millones, respectivamente; 8.434 millones a la Casa Real, sin contar las partidas departamentales de las que se beneficia.

Y, mientras se contraen deudas millonarias para futuros programas militares -24.000 millones-, muchas familias no pueden proporcionar una dieta equilibrada a sus hijos. Sin ir más lejos, en Canarias el 40 por ciento de los niños se encuentran en situación de riesgo de pobreza, según el primer estudio 'Infancia en España 2010-2011', presentado por Unicef.

En dicho informe, se pone de manifiesto los primeros indicios que anticipan un "preocupante impacto" de la crisis económica sobre la infancia española. España ocupa, junto a Grecia, el último lugar de la UE en el gasto público en familia e infancia, con un 0,7 por ciento del PIB, muy por debajo de la media de la UE: un 2,3 por ciento. Ser un niño pobre en España no parece ser una prioridad para esos que, ahora, después de seguir los dictados de "los mercados", nos vienen a pedir el voto.