Curioso que sea precisamente en este momento de crisis casi existencial para nacionalistas y socialistas, tras las elecciones generales del pasado domingo, cuando el Consejo de Gobierno de Canarias escoja a Pedro García Cabrera como homenajeado en el Día de las Letras Canarias, el 21 de febrero.

"A la mar fui por naranjas, cosa que la mar no tiene..." son versos de la composición más conocida del poeta gomero. Coincidencia, seguro, pero premonitoria de la situación por la que pasan ahora los dos socios de Gobierno tras la abultada sangría de votos que arrojó para ambos las urnas.

Ni CC ni PSC se deben extrañar de que surjan voces que pongan en duda su continuidad. Los nacionalistas han sabido jugar durante muchos años a pactar en Canarias con el adversario de quien gobierna en Madrid. Hacían valer sus dos, tres o cuatro votos en el Congreso en virtud de la necesidad de las mayorías ajustadas.

Esa política funcionó y las compensaciones iban llegando puntualmente. El triunfo clamoroso del PP de Mariano Rajoy cambia las tornas. El CC se arriesgó, fue a la mar, a pescar, y salió con las manos vacías. Sin capacidad ya de influencia habrá que ver qué esperanza le mantiene.