El año termina como empezó. Es decir, mal. Más paro, sueldos congelados, menos créditos, peor calidad en la sanidad y, en definitiva, la recesión económica que nos acogota a todos.

Todos los pronósticos para 2012 apuntan que aún será peor. Y siempre pagan los más débiles. Los ancianos que se encuentran en el centro de La Aldea van a ser trasladados a otros municipios a partir del próximo lunes porque no existen perras para mantener abiertas las cuatro paredes que los acogen. También se retira el servicio de ambulancia de Mogán y La Aldea de la Cruz Roja que se dedicaba al traslado de enfermos y accidentados. Es el sálvese quien pueda.

Resulta difícil entender que el fabuloso entramado administrativo que se ha montado en Canarias no cuente con financiación para atender a una treintena de ancianos en el municipio grancanario más alejado de la capital. O para mantener un par de ambulancias medicalizadas y que sigan prestando auxilio en lugares recónditos de la Isla.

De acuerdo, el mundo seguirá girando si no les prestamos ayuda a los ancianos aldeanos, pero nosotros seremos un poco más canallas si no lo remediamos.