Los mares, los volcanes, la flora y los fondos marinos están presentes en el realismo sutil del pintor Javier Rodríguez Romero (Las Palmas, 1951). Los colores del amanecer, las piedras, los barrancos, las nebulosas de nuestros cielos, paisajes mentales que participan de la atenta observación de nuestro entorno. La naturaleza rugosa del malpaís, las plantas y los frutos, las nubes del vino, los manantiales, las cuevas de los fondos marinos, las mariposas acuáticas. Javier cultiva elementos casi mágicos, detalles poéticos alientan su obra. Bosques abigarrados, hadas y duendes crecen en el fondo de los cuadros de este hombre, espacios sugerentes, oníricos, de una delicadeza y una sutileza casi intangibles.

En su trabajo incorpora a los acuarelistas ingleses, Turner y el simbolismo y la tradición de Néstor con un cromatismo intenso o velado según las ocasiones. Ha pintado rincones de la playa de Las Canteras, el mar del Confital, la serie Acróbatas como homenaje a la infancia, ha cultivado las marinas y los cielos, las acuarelas y los óleos, paisajes y bodegones. Después de haber residido en Alemania, Inglaterra, Holanda y Tenerife, vuelve a su isla natal y actualmente, hasta el 17, muestra su pintura en la Sala Lola Massieu de Santa Brígida, local inaugurado en noviembre del 2008 que coordina Rafael Franquelo y por el que han desfilado obras de Felo Monzón, Julio Viera, Jesús Arencibia, Paco Cruz, José Luis Vega, Pedro Lezcano hijo.

Además la sala promovida por la concejalía de Cultura del ayuntamiento de la villa acogió un homenaje al surrealismo, otro a Alonso Quesada y Unamuno y cada mes de marzo, con ocasión del día de la mujer trabajadora, realiza una colectiva con participación femenina.

Javier es pintor veterano que ha expuesto en salas de Tenerife y de Alemania, y figura en el catálogo de la prestigiosa sala Artizar de La Laguna, que regenta el poeta Carlos Eduardo Pinto Trujillo, y que constituye un referente necesario en el arte de las islas. Javier Rodríguez, que es un pintor activo, ha pintado murales para hoteles del sur de Gran Canaria y muestra su obra con regularidad en distintos espacios. Consigue efectos sensoriales, una obra con aspiración de trascendencia, fruto de un trabajo continuo y meditado.