La película de los presupuestos y su aprobación una vez pasadas las elecciones andaluzas para no espantar a la población, acabará de forma catastrófica. Este secretismo, tras la vuelta hace una semana a las vísperas de la Revolución Industrial, y el miedo que les da a sus propios redactores a enseñarlo, barrunta que pueden tratarse de los Presupuestos Mayas. Como todos ustedes saben queridos indígenas, los mayas ya nos advirtieron que de 2012 no escapábamos, y no va a ser por la vía del terremoto, asteroide, huracán o siroco, como han imaginado en Cuarto Milenio, sino por un ataque del presupuesto. Rajoy aprobará esas cuentas tenebrosas, y a partir de ahí el mundo conocido irá cayendo en cadena al foso de la depresión.

Pero se puede sobrevivir a lo que sea, como han hecho las civilizaciones a lo largo de la historia del Homo erectus y para ello la clave es estar debidamente pertrechado. Azúcar, aceite, leche en polvo, sal, arroz, lentejas y pastas, como fondo de despensa. Carne a la argentina en lata, atún para diversificar la dieta, chóped en tubos del 15 y keroseno para el quinqué. Lo paradójico es que ahora que íbamos a nadar en petróleo no nos van a quedar ni fotingos a los que echarles de beber. Otra vez será.