Las enfermedades crónicas son la causa del 80% de las muertes en Europa. En estos momentos de crisis financiera y de gran desigualdad social, en los que se cuestiona la supervivencia de nuestro sistema sanitario, es necesario que los responsables y profesionales sanitarios se pongan de acuerdo con el mayor rigor político y científico en reorientar las necesidades de la población con enfermedades crónicas dado que el sector sanitario en España está poco financiado y, por tanto, poco desarrollado. Tras varios años de investigaciones, se acaban de describir las diez características que debe cumplir un sistema sanitario para dar asistencia a pacientes crónicos de forma eficiente.

La primera y más importante característica de un sistema eficiente de cuidados crónicos es asegurar la cobertura universal. Está demostrado que la falta de cobertura universal contribuye a tener malos indicadores de salud. La segunda característica es que la provisión de los cuidados sea gratis en el momento de su necesidad, o que al menos los cuidados sean dados a un coste que no actúe de forma disuasoria para quienes necesitan ayuda médica. Los estudios sobre dónde poner el límite del copago en el uso de ciertos servicios, especialmente en las clases sociales más pobres, subrayan la importancia de esta característica. La tercera característica es que la atención sanitaria debe enfocarse más en la prevención que en el tratamiento de la enfermedad. Muchos sistemas sanitarios, incluido el español, han tenido dificultades para invertir en la prevención en la misma proporción que invierten en tratamientos. Una excepción modélica es el pago por servicios en Gran Bretaña, donde se vincula el salario de los médicos a objetivos de eficacia en cuidados preventivos. Esta característica puede optimizarse involucrando al profesional de enfermería en la evaluación de este objetivo.

La cuarta característica es dar prioridad a que los pacientes sigan un programa de autocuidados con apoyo de familiares y profesionales sanitarios. En condiciones apropiadas, los propios enfermos crónicos saben cuidarse y tomar el control de sus propias enfermedades. Este aspecto es tan importante que la falta de inversión en programas de autocuidados está produciendo una insoportable demanda de servicios sanitarios que pone al Sistema de Salud en peligro de bancarrota. La quinta característica es dar prioridad a la atención primaria. Esta característica se fundamenta en que el manejo y control de la mayoría de las enfermedades crónicas tiene lugar en los centros de atención primaria. Sin embargo, los médicos hospitalarios en España siguen sin asumir que el hospital no siempre es el lugar adecuado para seguir viendo en sus consultas a pacientes crónicos. La sexta característica es hacer énfasis en la población utilizando medios que faciliten la estratificación de los pacientes crónicos según su riesgo y organizar el tipo de cuidados que cada grupo de riesgo necesita.

La séptima característica es que debemos integrar todos los cuidados sanitarios para facilitar que los profesionales de atención primaria puedan consultar a especialistas y pedir ayuda en el momento que la necesiten. De ahí que sea recomendable que los centros de salud se doten de equipos multidisciplinares que incluyan además a especialistas en medicina interna, gastroenterología, endocrinología, neumología, reumatología, oncología, nefrología, cardiología, neurología y psiquiatría. Muchos enfermos crónicos padecen más de una enfermedad, más de la mitad toman cuatro o más medicamentos y sus médicos no siempre revisan toda la medicación que consumen. La octava característica es la necesidad de aprovechar las tecnologías de la información para mejorar los cuidados crónicos. Esta característica contempla la sustitución de la historia clínica convencional por una única historia clínica electrónica que pueda ser intercambiada dentro del mismo sistema sanitario, la receta electrónica válida por un tiempo determinado, el uso de sistemas de decisión basados en guías clínicas actualizadas y la adquisición de datos y tratamiento a distancia (telemedicina).

La novena característica es asegurar que los cuidados estén coordinados. La coordinación es particularmente importante en el caso de pacientes "frágiles", aquellos con múltiples enfermedades y que reingresan frecuentemente en el hospital. Este aspecto es también importante en los estados de transición entre el hospital y el alta a domicilio. La décima característica alude a enlazar estas nueve características como un todo coherente que forme parte de un programa estratégico para cambiar. Es el efecto acumulativo lo que produce eficiencia y hace que el sistema de cuidados sanitarios crónicos sea óptimo, algo que no sucede todavía en un sistema sanitario como el nuestro que necesita reformas para su fortalecimiento y para evitar su deterioro y desigualdad en el acceso. Buen día y hasta luego.