A principios de año, la Asociación de Desarrollo Rural de Tenerife (Aider TF) anunció el cese de su actividad al no haber recibido el importe correspondiente a la anualidad del año 2011, según el convenio plurianual, suscrito con la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias al objeto de proceder a la realización de nuevas convocatorias destinadas a atender proyectos en las zonas rurales de la isla. Igualmente Aider TF denunció la falta de apoyo de otras entidades que no habían respaldado, suficientemente, la función y gestión de dicha asociación.

Sin duda, este anuncio no era más que la punta del iceberg de una situación que, si no se resuelve urgentemente, provocará el cierre en cascada de todos los grupos de acción local que desde hace muchos años vienen gestionando los fondos que Canarias recibe para el desarrollo de las zonas rurales de las islas.

En este caso se encuentra la Asociación de Desarrollo Rural de Gran Canaria (Aider Gran Canaria), que cumple este tiempo 15 años desde su constitución como asociación sin ánimo de lucro, y entre cuyos fines estatutarios se encuentran la promoción, gestión y desarrollo integral del medio rural de Gran Canaria, que resume perfectamente la actividad que ha ejercido en estos años. Aider Gran Canaria ha conseguido, en estos años, un excelente nivel de ejecución de los fondos recibidos dada la extraordinaria calidad del equipo técnico que conforma su exigua plantilla y que le ha conferido, en distintos foros nacionales e internacionales, un papel preponderante al frente de distintos proyectos europeos.

Parece existir cierto grado de consenso sobre la transformación que se ha producido en nuestro medio rural en la última década, proceso al que sin duda ha contribuido de manera decidida y destacada la Asociación de Desarrollo Rural de Gran Canaria. En este ámbito es conveniente recordar que desde el año 1991, en que se puso en marcha el proyecto Leader por parte del Cabildo de Gran Canaria, se han beneficiado cerca de mil proyectos innovadores que han coadyuvado a la diversificación de las actividades económicas de nuestras zonas rurales, propiciando una inversión cercana a los 30 millones de euros, de los que casi la mitad han sido aportados por las personas y entidades promotoras de los proyectos.

En situación similar, generada por el estrangulamiento financiero a que se han visto abocados por la pasividad de distintas instituciones, se encuentra el resto de grupos insulares: Asociación para el Desarrollo Rural de Lanzarote (Aderlan), Asociación para la Gestión del Desarrollo Rural Maxorata Verde (GDR Maxorata), Asociación Insular de Desarrollo Rural de La Gomera (Aider La Gomera), Asociación para el Desarrollo Rural de la Isla de La Palma (Ader La Palma) y el Grupo de Desarrollo Rural de El Hierro (GDR Occidental), asociaciones, todas ellas, sin ánimo de lucro conformadas por entidades públicas y privadas y particulares.

Ya desde distintos plenos municipales y otras instituciones se ha mostrado un apoyo contundente para que se transfieran a Aider Gran Canaria los saldos pendientes de la iniciativa comunitaria Leader +, aún pendientes de abono, así como para que se produzca el desbloqueo de las cuestiones ejecutivas, presupuestarias y administrativas que han paralizado la ejecución local del Programa Comarcal de Desarrollo Rural Gran Canaria 2008-2013, aprobado en el marco del Eje 4 (Leader) del PDR Canarias 2007-2013, lo que, a la postre, podría provocar la pérdida de fondos destinados a dicho Programa, cuestión esta que Canarias no debe ni puede permitir y en la que la sociedad civil también tiene que posicionarse de manera indubitada.