Amigo Lucas, me resulta curioso ver en el evangelio de este Domingo al apóstol Tomás de for-ma llamativa rechazando lo de creer en el Resucitado. Te confieso que su actitud me ayudó siempre a tomar buenas vitaminas para seguir al Maestro con más Fe y más Esperanza. Es por eso por lo que recomiende hoy a los lectores que lean despacio a Juan 20, 19-31, donde verán que el apóstol, de cabeza dura, ayuda a los que pasan momentos críticos en la fe.

Te confieso que yo no creo mucho en los cristianos que me dicen que no tienen dudas en la vida ya que yo las suelo tener y buenas, reconociendo que Santo Tomás me suele echar un cabo para superar-las. Por cierto, no hace mucho a alguien que me preguntaba si yo te-nía dudas le dije que tenía para el gasto y que algunas tocaban la Trinidad, la Iglesia y algunas otras que eran más pasajeras…

Noto que muchas veces me mete en duda la gente que alardea de cristiana y luego toma poco en se-rio la justicia como pasa en el mundo de los derechos humanos. De paso te recuerdo que mañana, 16 de abril, es el día contra la Esclavitud infantil de los que hay más de 400 millones de niños esclavos en el mundo. Este tema reunió a un buen grupo de personas el viernes día 14 por la tarde, en la iglesia de San Nicolás. Felicidades al Movimiento cultural cristiano, al Camino juvenil solidario y a otros que motivaron el encuentro que llenó el espacio parroquial.

Acabo el minuto invitando a los amigos a meditar de nuevo el Evangelio de San Juan, y deseando que saboreen el hecho de Santo Tomás, que, aunque era cabezón como pocos, invita libremente a creer en el Nazareno para que no pase a nadie lo que le pasó a él.

Amigo Lucas, reza por los que estamos haciendo a diario el camino para que superemos el mundo de dudas y para que no olvidemos tomar el evangelio algo a lo serio para superar las pruebas de cada día.