Yo acuso, como el poeta, a los que quieren acallar la voz de la justicia, por las promesas incumplidas y las mentiras institucionalizadas. A los que pretenden silenciar, como lo hicieron con Neruda, el discurso crítico que desmantela el fraude antidemocrático. La palabra entonces se traslada a la calle, a las alamedas. La que clama el sagrado derecho de defensa de los ciudadanos engañados y condenados a pagar las malas mañas de unos pocos ávidos especuladores y sus títeres políticos.

Yo acuso a los que quieren sustituir los derechos a la salud, la educación y el empleo por la vida en la miseria; a los que promueven cercenar la libertad de expresión con la coacción de normas propias de una dictadura. Yo acuso a los que intentan, con falacias, sustituir el provecho colectivo por el fin de lucro, lo público por lo privado, el interés general por las plusvalías de una minoría. Yo acuso a los políticos que amparan que bienes esenciales para la vida como el agua, la educación y la salud estén en manos de empresas con ánimo de lucro. Yo acuso a las grandes empresas, eléctricas, de telecomunicaciones, a la banca -cuyos capitales tienen mucho en común-, por el fraude sistemático a los ciudadanos y al saqueo de las arcas públicas. Yo acuso a los poderes públicos, por la cantidad de niños, ancianos y familias enteras sin hogar con una existencia miserable. Yo acuso a los culpables de una ley electoral antidemocrática confeccionada para la alternancia del poder de los que no cuestionan este sistema que produce enormes desigualdades sociales. Yo acuso la hipocresía de la Iglesia, su boato y falta de sensibilidad hacia los verdaderos males de este mundo y su cohabitación con los poderosos. Yo acuso a los lobbies químico-farmacéuticos cuyo máximo negocio es mantener enfermos, no curarlos, porque para ellos cada enfermedad es un negocio millonario. Yo acuso a los malhechores que se enriquecen a costa del sufrimiento de seres humanos. Yo acuso al gobierno de España de antidemocrático, por atentar contra las libertades y el interés general de los ciudadanos, los derechos constitucionales y los derechos humanos y exijo su dimisión.