Estoy orgulloso. Me ha fichado Bankia. Por cierto, a usted también. Vamos a trabajar durante un mes para esta modélica institución privada. A las órdenes de Goirigolzarri, cuánto honor. Sin cobrar ni un euro. Al contrario, pagando nuestro salario mensual a la boyante institución. Nos esforzaremos gratuitamente en "crear valor para los accionistas", por ponerlo en palabras de su presidente. Qué nítido se expresan los titanes de las finanzas. Cuidan las palabras con idéntico esmero que los números. De ahí que España se encuentre al borde del abismo, aunque por el lado equivocado.

Siempre he querido ser banquero. Y quién no. Rajoy es el primer presidente del Gobierno que mima las ambiciones de sus conciudadanos. Aspira a que nos sintamos financieramente realizados. Quien no ha trabajado para un banco, no ha vivido. El PP le da veintitrés mil millones a Bankia para satisfacer la vocación bancaria de los contribuyentes. Podemos repartir, aunque este verbo no figura en el léxico de las finanzas. Sale a 600 euros per cápita. A 2.500 euros por unidad familiar. Por encima incluso del salario mensual medio. Un mes para Bankia. A cambio de nada. ¿Y el orgullo?

Banquero por un mes, pero no desarrolle una adicción. Los contribuyentes más ingeniosos aspiran a hacer negocios en su nuevo empleo. Pretenden que sus miles de euros sirvan de entrada para adquirir uno de los pisos amontonados en Bankia. Por ejemplo. No cuela. Lo han entendido todo del revés. Se trata de que usted trabaje y abone su sueldo para que el precio de las viviendas se mantenga artificialmente alto. Usted paga las casas de Bankia para no poderlas comprar.

También sufraga la sanidad privada de los ejecutivos de Bankia. A cambio, usted se quedará sin sanidad pública. ¿Para qué quiere estar sano, si ya es banquero? Por 2.500 miserables euros, que no es dinero. Durante un mes, invirtió más tiempo persiguiendo a la chica que nunca le devolvió la atención. Me ha fichado Bankia, y soy tan feliz como en el póker. Jugarlo resulta divertido. Si encima ganaras dinero con la banca, sería la monda.