Hemos tenido conocimiento de unas declaraciones recientes del Diputado del Común de Canarias, Sr. Jerónimo Saavedra Acevedo, realizadas para el reportaje televisivo Canarias, una democracia increíble, en las que a la pregunta de una periodista respecto a si ha recibido alguna vez queja de los ciudadanos por el Sistema Electoral Canario, responde "no, rotundamente". El 5 de noviembre de 2012 la Asociación Cívica Demócratas para el Cambio remitió a distintos cargos institucionales, entre otros al Diputado del Común, un escrito con la reclamación de una Reforma Electoral de Canarias apoyada por la firma de más de 13.000 particulares y 70 entidades de los más diversos ámbitos de la sociedad canaria. No podemos encontrar explicación, por tanto, a las declaraciones del Sr. Saavedra -en el minuto 15 y 27 segundos del reportaje- salvo que medie negligencia suya o de los funcionarios que hayan dado curso al escrito con sello de registro de entrada con la fecha ya mencionada.

Muy lamentable es que el único recurso que tiene la ciudadanía canaria para realizar una reclamación que afecta al régimen electoral sea acogerse a la defensa que de ella pueda llevar a cabo el Sr. Saavedra. La legislación vigente veta expresamente la posibilidad de plantear una Iniciativa Legislativa Popular y por este motivo resulta especialmente grave la ignorancia de la iniciativa ciudadana que el Diputado del Común o Defensor del Pueblo Canario ha mostrado al negar de manera rotunda su existencia.

Ante tal situación ¿qué puede esperar el ciudadano de la institución que debe ser su último amparo? En el reportaje ya mencionado, el ex Presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias dice, además, que la situación actual del Sistema Electoral Canario no puede achacársele únicamente a los políticos, sino a la responsabilidad de los propios ciudadanos que han permanecido ajenos a su solución. La ciudadanía ha mostrado su perplejidad con cada resultado de las sucesivas elecciones autonómicas, sin poder llegar a entender nunca por qué con 120.000 votos se pueda elegir la mitad del Parlamento (esto es, con los votos emitidos en las cinco islas no capitalinas), mientras que 150.000 votos vayan directamente a la basura por no haber superado la barrera electoral del 30% en su circunscripción (emitidos en islas capitalinas).

Un engendro de sistema electoral de estas características, sin parangón en ninguna de las democracias occidentales, es inasumible indefinidamente por el cuerpo electoral que pretende representar. Pero que sea inasumible no significa que los ciudadanos no hayan hecho nada y se muestren impasibles. Desde 2007, Demócratas Para El Cambio ha estado difundiendo por medio de artículos en prensa, entrevistas, charlas e Internet, cómo funciona nuestro sistema electoral para que los canarios puedan llegar a comprender qué ocurre con su voto cuando acuden a las elecciones. No hemos sido los únicos. Antes ha habido otras iniciativas; pero desde luego, con sensibilidades como la del Sr. Saavedra difícil será poder avanzar lo más mínimo en este asunto crucial para el desarrollo democrático de Canarias.

Por otro lado, aprovechando las circunstancias de la actual crisis económica, se suceden manifestaciones de diversos políticos, en la línea de proponer reducciones del número de escaños en las cámaras autonómicas o de las Cortes. La más reciente de ellas ha sido la del Presidente del Cabildo de Gran Canaria, Sr. Bravo de Laguna.

Si se puede hacer aún algo más para empeorar el peor de los sistemas electorales de Europa, es precisamente esta dislocada intención de reducir diputados. No debe sorprender que parta de uno de los coautores del vigente régimen electoral canario que en 1982 puso en marcha el Parlamento autonómico menos proporcional del Estado, desproporción que llega a ser de 17 a 1 entre las circunscripciones de El Hierro y las de Gran Canaria y Tenerife.

Es no conocer cómo debe funcionar una democracia representativa, a pesar de los años que lleva el Sr. Bravo de Laguna ejerciendo diversos cargos que esta democracia le ha permitido ostentar, o es querer aprovechar el momento para quedar bien ante los desesperados ciudadanos que pierden sus puestos de trabajo y ven desaparecer sus expectativas de progreso ante la ineficiente clase política que le ha tocado en suerte.

El actual Presidente del Cabildo grancanario también recibió el mismo escrito al que ya hemos hecho referencia, con registro de entrada de igual fecha. No hemos tenido respuesta alguna. Y es muy lamentable que los cargos institucionales, aunque reciban cartas con miles de firmantes y el respaldo de decenas de organizaciones, no se dignen siquiera contestar: recibido, gracias por su interés. Más grave es que sea el Presidente de la institución que representa a Gran Canaria, una de las dos circunscripciones con más deficitaria representación parlamentaria, el que proponga reducirla más aún. Y todavía tiene mayor gravedad que, siendo consciente de esta situación, y sabiendo que los Cabildos sí tienen potestad para presentar en el Parlamento de Canarias una proposición de ley de reforma del sistema electoral, no lo haya hecho hasta la fecha.

Si la preocupación de D. José Miguel Bravo de Laguna Bermúdez es el gasto que acarrea la representación de los ciudadanos, aquí le hacemos dos sugerencias que puede plantear el próximo 30 de mayo, Día de Canarias: primera, aumentar el número de diputados y prorratear el gasto de los sueldos y dietas de la actual Cámara; y segunda, si tanto le preocupan los gastos por duplicidad de administraciones, empiecen por fijar una sola sede del gobierno autónomo.