Aprobado el Plan Bolonia, tanto el Parlamento Europeo como el Consejo de Europa recomendaron a sus Estados miembros (abril de 2008) que comunicaran la equivalencia de los cuatro niveles de títulos universitarios (Técnico Superior, Grado, Máster y Doctor) a los ocho que figuran en el Marco Europeo.

Aunque Francia y el Reino Unido, entre otros países, ya han trasladado a la Comisión Europea la equivalencia de sus títulos, el Ejecutivo de nuestro país no ha subsanado ese vacío. Cierto es que ya se han dado los primeros pasos con un borrador de real decreto, pero se hace perentorio que nuestras autoridades educativas, es decir, el Ministerio de Educación, solucionen esta situación estableciendo la equiparación de los títulos universitarios españoles al Plan de Bolonia. Así podríamos adaptarnos a un modelo que ya rige en otros países europeos, y que supone un marco común de referencia como mecanismo de conversión para clarificar las competencias de las profesiones en la esfera internacional, sin causar agravios comparativos.

Miles de ingenieros de Caminos se enfrentan a un futuro incierto tanto dentro como fuera de nuestro país. Especialmente en el exterior, el hecho de que su título no sea reconocido como máster los deja en inferioridad de condiciones frente a los profesionales de otros países. Su formación y su reconocida capacidad son válidas y gozan de contrastado prestigio, pero falta que el Gobierno comunique a la Unión Europea la equivalencia europea e internacional de su título.

El fenómeno es especialmente grave para las empresas españolas de ingeniería y construcción que trabajan en todo el mundo y ven como esta falta de reconocimiento supone una clara merma de competitividad que se traduce en pérdidas económicas en un momento importante por el peso de sus resultados en el exterior.

La situación económica y la caída de la inversión en obra pública están provocando que miles de ingenieros de caminos, en especial los más jóvenes, se vean obligados a buscar en el extranjero lo que es inviable en nuestro país, donde compiten, en inferioridad de condiciones, con otros profesionales menos cualificados.

El título de ingeniero de caminos, canales y puertos (pre-Bolonia), que en la totalidad de las universidades españolas ha superados siempre los 300 créditos europeos, o cinco años de estudios, no tiene reconocido el nivel de máster por ninguna norma española. Esta es la cruda realidad que hasta ahora no hemos sido capaces de superar.

Podría pensarse a simple vista que estamos ante un problema menor, de carácter burocrático o meramente corporativo, pero la realidad es otra y nos muestra un profundo calado económico, ya que podría estar provocando que las empresas constructoras y de ingeniería españolas pierdan concursos internacionales.

Fuera de España, los títulos equivalentes al de ingeniero de Caminos tiene el nivel de máster, razón por la que, tanto en la contratación privada o laboral como en las licitaciones públicas, se exija este nivel, provocando que la falta de equiparación que sufren los ingenieros españoles perjudique su empleabilidad y la competitividad de las empresas de nuestro país. Para participar en concursos internacionales tienen que contratar ingenieros no españoles en posesión del título de máster.

La equiparación del título de ingenieros de Caminos a la categoría de máster implicaría una reforma sencilla en el sistema educativo sin suponer coste alguno a los fondos del Estado y mejoraría no sólo las posibilidades de contratación laboral de los ingenieros de Caminos españoles sino también favorecería la competitividad de las empresas de ingeniería y construcción españolas que optan a concursos internacionales.

Esperemos que finalmente el real decreto que prepara el Ministerio de Educación salga adelante y el Consejo de Ministros dé luz verde a una medida de gran significado para nuestra profesión y para la economía real del país.