Jueves 2 de octubre, 9 y media de la mañana. Presidencia del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife. El Gobierno canario convoca a organizaciones políticas y sociales para hablar de la consulta sobre las prospecciones petrolíferas. El consejero de Sostenibilidad, José Miguel Pérez, debe estar buscando petróleo con los ojos cerrados porque no aparece en la reunión.

Paulino Rivero lanza el primer mensaje. Lo importante es que la consulta salga adelante, por eso la pregunta debe aludir a temas que sean competencias canarias . Los portavoces de los partidos políticos y de las organizaciones sociales hablan como si estuvieran en una terapia de grupo cada uno va soltando sus miedos y obsesiones. Guillermo Guigou pide que la fecha de la consulta se aleje de la convocatoria catalana para que no nos confundan con esos separatistas. Gente del Hierro le echa en cara al cabildo que se está mojando poco en esta lucha. Desde la coordinadora antipetróleo recuerdan que "los gobiernos pasan y los pueblos permanecen" por eso el protagonismo debe estar en las organizaciones ciudadanas. (Perdone que me meta en la reunión, señor ecologista, debo decirle que en Canarias ocurre exactamente lo contrario desde hace décadas: los gobiernos permanecen, incluso perdiendo las elecciones, y el pueblo pasa). Paulino Rivero se aburre y mira el reloj y piensa que Willy ya estará montando el satélite para la conexión de la tele, así que la cosa debe de aligerarse porque los periodistas están convocados a las 12. El consejo de Gobierno lo puede despachar rápido.

Llega el momento de la pregunta. Y nuestro admirado Mencey hace la propuesta que si al Tribunal Constitucional no le vale por lo menos el Gobierno canario puede decir que el sueldo de Fernando Ríos está justificado. ¿Cree usted que el gobierno de Canarias debe hacer compatible el modelo turístico y medioambiental sobre prospecciones petrolíferas? Desde Ben Magec se llevan las manos a la cabeza. Además del pánico que provoca pensar en el "modelo turístico y medioambiental" de Coalición Canaria, la pregunta puede llevar a la gente a votar que si el gobierno puede hacer las dos cosas compatibles que lo haga. Deciden quitar la palabra "compatible" de la pregunta. Mientras Rivero se reúne con su gobierno, al resto les traen galletitas. Cuando bajan en el ascensor Carmelo Ramírez (Nueva Canarias) comenta "con la gente que hay aquí podríamos hacer un gran movimiento para cambiar Canarias". El presidente del cabildo de Lanzarote le responde "a mí el potaje me gusta al estilo de Lanzarote, sin chorizo". Risas entre la multitud del gigantesco ascensor pero Pedro San Ginés no explica quiénes son los chorizos en la isla del caso Unión.

Paulino Rivero sale de la reunión del consejo de Gobierno y se presenta ante los periodistas. Junto a Rivero aparece José Miguel Pérez , y alrededor los representantes de colectivos ecologistas y ciudadanos con cara de estar en un velatorio. Aunque más bien parece una rueda de prensa conjunta de israelíes y palestinos durante una tregua. Porque la reunión fue eso. Ante el miedo a una mancha de petróleo que nos dejaría sin agua potable, sin playas paradisiacas, sin turistas?, el movimiento para salvar la montaña de Tindaya, los colectivos ecologistas de Lanzarote que han denunciado las construcciones ilegales defendidas por chorizos institucionales, los activistas contra el puerto de Granadilla, los militantes de Ben Magec que han luchado contra carreteras que destrozan la agricultura en Gran Canaria y otras islas, los ecologistas gomeros que fueron tachados de "terroristas" por el eterno presidente del cabildo, toda la buena gente que lleva años defendiendo las energías renovables y denunciando el modelo desarrollista del tripartito canario que trae récord de turistas pero nos mantiene con el mayor paro juvenil de Europa, los peores servicios sociales, el aumento de pobreza y la multiplicación de los beneficios de la élite millonaria. Toda la gente que lleva años saliendo a la calle contra las consecuencias de "este modelo medioambiental y turístico" ha decidido hacer una tregua y dejarse fotografiar junto a sus enemigos íntimos, y aceptar una pregunta que parece defender un modelo que no existe.

Nada une más que un enemigo común. En Cataluña la política del Partido Popular ha logrado que la izquierda nacionalista vaya de la mano de la burguesía ladrona y evasora fiscal. En Canarias el desprecio del Gobierno de Mariano Rajoy que no es capaz ni siquiera de responder con una carta a una comunicación del Parlamento de Canarias, que desprecia a los representantes de los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura cuando van a pedir información a los ministerios, que trata a los ciudadanos canarios como unos borregos manipulados por Rivero que no son capaces de entender el paraíso de empleo que nos traerá Repsol, esa soberbia del gobierno estatal une a enemigos íntimos y tiene el olor, sabor y color del trato colonial. Otra cosa es que oírlo en la boca del presidente Rivero (el único que comienza su discurso el día de la patria saludando a "las autoridades civiles, militares y eclesiales") puede provocar más risa que llanto. Pero, claro, eso no lo dice nadie porque hay que respetar la tregua.