El 8 de Marzo rememora a las que históricamente representan la lucha por los derechos de las mujeres. Pero también es el Día Internacional de todas las mujeres que en la actualidad continúan abriendo puertas y conquistando espacios.

Ejemplo de ello son las representantes del sector servicios así como las del ámbito del deporte que este año el Ayuntamiento de Telde ha reconocido por su labor y por su éxito. Por un lado, las taxistas han sido destacadas por su incorporación, lenta pero progresiva, a una ocupación tradicionalmente masculina, colectivo todavía minoritario que a diario contribuye a seguir ocupando cuotas en el ámbito del mercado laboral. Y, por otro lado, las jugadoras del Club Balonmano Remudas (ROCASA), luchadoras incansables, que con su reciente éxito han dado una lección de resistencia y perseverancia. Jóvenes deportistas que nos hacen sentir el orgullo de ser teldenses; la satisfacción de pertenecer a un municipio, a una ciudad, a un barrio de campeonas. Mujeres que, por méritos propios, han pasado a formar parte de la historia de Telde como ejemplo y referente del deporte femenino y del trabajo en equipo. En este sentido, quiero destacar, además, la figura del luchador y gran valedor Antonio Moreno que, junto a su mujer, sus hijos, y ahora su nieto, ha hecho de ese club una gran familia. Vaya desde aquí mi felicitación y agradecimiento a todo el equipo. Gracias por contribuir con su buen hacer a crear una sociedad más equilibrada. Y gracias a todas las mujeres que siguen en la lucha diaria, apostando, emprendiendo, asumiendo retos, contribuyendo, aun sin pretenderlo, al avance hacia la igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres.

Sin embargo, resulta inevitable sopesar lo que queda por andar. Las desigualdades de género se manifiestan en muchas facetas de la vida de las mujeres, en situaciones adversas que les afectan a nivel personal, doméstico y público. Sigue siendo una realidad la desigualdad entre mujeres y hombres respecto a la distribución de los tiempos, de las responsabilidades, de los puestos de trabajo, de los salarios, de los tipos de contratos, de las cotizaciones y de las pensiones. Desventajas históricas y culturales que alejan a las mujeres del acceso a la riqueza y al bienestar, restándoles oportunidades y acercándolas indefectiblemente a la feminización de la pobreza.

Y, de otra parte, la desigual participación de las mujeres en el acceso a los puestos de mayor cualificación, a los de alta dirección, donde no se arbitran los mecanismos necesarios para estimular su desarrollo y promoción profesionales. Valga como ejemplo el hecho de la todavía escasa presencia de mujeres en los espacios de poder. Actualmente, uno de los grandes retos en la consecución de la igualdad plena entre sexos consiste en que las mujeres alcancen cotas de poder y se mantengan en él. Pero la meta no consiste tan solo en alcanzar una igualdad cuantitativa entre sexos, sino en la acomodación y aceptación del género femenino y los valores asociados al mismo en espacios donde tradicionalmente han imperado los valores atribuidos al género masculino frente al estilo femenino de poder.

Ante la necesidad de seguir conquistando cuotas de igualdad y espacios de influencia y de poder que contribuyan a equilibrar la balanza de presencia y de voz de mujeres y hombres, debemos seguir apostando por un futuro que devendrá la priorización de la persona y del talento más allá de prejuicios sexuales que frenen el avance sin retorno hacia la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres hombres. En este sentido, me siento orgullosa de pertenecer a un proyecto político, el del Partido Popular, que hace escasos días ha nombrado a dos mujeres, Australia Navarro y Mercedes Roldós, como candidatas a las más altas instancias del Gobierno de Canarias y del Gobierno Insular de esta isla de Gran Canaria. Forman parte del amplio elenco de mujeres que componen un proyecto político que apuesta por la valía profesional más allá del género, como por ejemplo María del Carmen Hernández Bento, Pepa Luzardo, Matilde Asián o María Auxiliadora Pérez, entre otras muchas cuya enumeración sería interminable.

Y en este sentido, en el de apostar por una sociedad más justa y equilibrada, la Concejalía de Políticas de Igualdad ha escogido la conmemoración del 8 de Marzo para presentar la publicación del IV Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres 2015-2020, documento que reafirma el compromiso del Ayuntamiento Telde de dar continuidad a las políticas de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, implicándose todas las áreas de la Corporación participativa y responsablemente, aplicando el principio de transversalidad y la perspectiva de género en todas sus actuaciones.

Como mujer y como política, me siento vinculada y afín a esta materia gracias a los años en los que participé como edil en la elaboración y ejecución de políticas de igualdad de Telde. Período en el que trabajé mano a mano con muchas mujeres. Por ello, quiero mostrar mi reconocimiento a las que tanto han dado por este municipio, a todas las que han trabajado, de manera más o menos consciente, por la causa de la igualdad.

Desde mi actual puesto de decisión y de responsabilidad, no puedo más que reconocer, valorar y agradecer la iniciativa y la motivación de todas las que han ido abriendo puertas y dejando un terreno abonado a nuevas generaciones de mujeres, pues a pesar de los logros el recorrido continúa presentando obstáculos, barreras muchas veces invisibles que impiden avanzar hacia la igualdad.

Por todo ello, el 8 de Marzo continúa ocupando cada año un lugar destacado en la agenda institucional, pues no podemos obviar la necesidad de seguir trabajando en valores que ayuden a remover los cimientos de la construcción desigual de los géneros y abogando la participación de mujeres implicadas a nivel personal, social y político.