La Provincia - Diario de Las Palmas

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A la intemperie

Una chica sádica

Kerry O'Brien no les sonará. A mí tampoco, pero es la inventora de la ropa interior femenina invisible, confeccionada a base de tejidos de color carne, sutiles, sin costuras. No se ve, dicen, ni cuando el traje es transparente. Se trata de una de esas noticias que le dejan a uno con la boca abierta. Daríamos cualquier cosa por tener entre nuestras manos una de esas prendas, aunque ni la notáramos (no pesan) ni la viéramos (ya hemos dicho que se mimetizan con la piel). Así era el tejido de El traje nuevo del Emperador, el cuento de Andersen en el que unos estafadores se presentan en un reino dispuestos a venderle al Rey un traje fabuloso, aunque inexistente. Al emperador le da vergüenza confesar que no lo ve y se lo pone y sale con él el día de la fiesta grande de ese pueblo. Como la gente por lo general ve lo que espera ver, todo el mundo se queda admirado ante la magnificencia del terno, excepto el famoso niño que exclama: "¡El rey va desnudo!"

Resulta que a lo mejor no iba desnudo. El problema de que no fuese desnudo es que no habría cuento. O sería otro, de carácter fantástico, mientras que el que conocemos es realista. De hecho, lo que le ocurría a la población del relato es lo que nos ocurre a nosotros cada día: que vemos lo que nos ordenan que veamos. A mí, hoy, me han ordenado ver la noticia de Kerry O'Brien y su lencería femenina invisible. Y he tenido suerte, porque da para muchos delirios venéreos. Otros días me ordenan ver el Gran Hermano VIP, que es muy embrutecedor. Significa que casi lo agradezco. Ya digo: color carne, tejidos sutiles, sin costuras... Se llama Commando.

Lo de Commando posee connotaciones militares, lo que no sé si estaba en el ánimo de Andersen, perdón, de O'Brien. La connotación castrense le quita sutileza al relato. Si hay en el mundo un tejido basto, es el de los uniformes militares, el de la tropa al menos. Yo hice la mili y al final de los días de guardia (24 horas), las costuras me habían hecho llagas. O sea, que lo de llamar Commando a unas braguitas invisibles es un oxímoron (ese monstruo gramatical que reúne dos ideas incompatibles). De modo que Kerry te pone por un lado con el color carne y todo eso, y te despone por otro con la nomenclatura castrense. Un poco sádica la chica, ¿no?

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