Cuando alguien le diga, querido lector, que la policía no es tonta, hágale caso. Ya sabe que hay poli bueno y poli malo. No hace falta más que acudir a una sala de cine para percatarse de que los funcionarios de la Policía Nacional acaban descubriendo al delincuente, aunque no todos sean perfectos, que haberlos haylos. La última película que tiene como escenario Gran Canaria también cuenta con dos policías de cine, Goya Toledo y Josean Bengoetxea. Se trata del filme basado en la novela de Lucía Etxebarría y que realiza Helena Tablada, titulado El contenido del silencio, ya pasó por el Sur de la Isla, por Agaete, y, como no podía ser de otra forma, por la supercomisaría de la capital grancanaria. Allí se empaparon de ambiente policial, de sumarios secretos y menos secretos, de expedientes, pruebas e investigaciones. Entre planta y planta, grupo y grupo, en un acelerado cursillo policial, recibieron el saludo de unos y la adhesión de otros. Como de la jefa ocasional, la comisaria Sagrario de León, que no hace cine pero es una artista policial.